La importancia de ser Oscar Wilde

Uno de los mejores textos del autor irlandés sube a la escena del Teatre Akadèmia

Oscar Wilde fue un autor que supo hacer de su ironía una de sus mejores armas, algo por lo que todavía es hoy recordado. Dentro de esta línea destaca «La importància de ser Frank», probablemente uno de sus textos más celebrados. Es precisamente esta obra la protagonista de un montaje que a partir de mañana podrá verse en el Teatre Akadèmia de Barcelona, bajo la dirección de Emilià Carilla.

El punto de partida de esta obra es la historia de Jack, quien se inventa un falso hermano llamado «Frank», una manera con la que poder divertirse durante sus escapadas por la ciudad dejando de lado su tranquila vida en el campo donde también ejerce como tutor de su prima Cecily. «La importància de ser Frank» arranca cuando Jack/Frank viaja a Londres para proponerle matrimonio a la prima de su gran amigo Algernon. Pese al entusiasmo de la gente, la terrible madre, Lady Backnell, tiene otras aspiraciones para su hija Gwendolen.

Carrilla recordaba ayer, en rueda de Prensa y arropado por todo el equipo de la producción, que «hace muchos años que quería hacer este texto. En 1991 y 1992, siendo estudiante, ya pensaba en poder interpretarlo. Siempre me he sentido fascinado por esta obra y este año ha acabado siendo el del sueño». En este sentido, cuando se le pregunta al director teatral por el tema que quiere ofrecer Oscar Wilde al público, responde sin dudar que «es una obra sobre el amor, el momento del deseo, cuando están empezando a salir las flores». A ello se le suma, como también apuntó Mercè Managuerra, directora artística del Teatre Akadèmia, «una puesta en escena trepidante» para un escenario al que se quieren llevar los clásicos.

«La importància de ser Frank» quiere también subrayar la vigencia que tiene una obra con un texto impecable y que en alguna ocasión ha sido atacado por el refinamiento empleado en el texto. Eso es algo que ha sido entendido, como puntualizó Carrilla, como «una frivolidad pero que en realidad esconde muchas cosas». Es «el placer de la palabra en una sociedad donde el diálogo se va desintegrando. Es una comedia trivial para gente seria. Es también un teatro burgués contra la burguesía».

Tratando de hacer contrastes con otros autores, para Carrilla, en Wilde hay «una gran apuesta por la vitalidad, pero también por el amor y por el deseo. Por ejemplo, en William Shakespeare hay algo mucho más sucio y donde todo tiene una diana. Por su parte, Wilde dispara de una forma muy precisa». Otra característica de la pieza que llega al Teatre Akadèmia es el uso de «la ironía es la manera elevada de no entrar en el enfrentamiento frontal. El ingenio esquiva la violencia».

El montaje cuenta con un reparto encabezado por Enka Alonso, Cristina Cervià, Toni Mas y Marc García Coté, entre otros. Todo ello ha servido para crear «un equipo a nivel humano», según subrayó Alonso, «en el que todos vamos a una. Hemos estado muy a gusto trabajando y nos lo hemos pasado muy bien». Otra de las actrices de «La importància de ser Frank», Sílvia Forns, aseguró que «ha sido un placer trabajar el lenguaje que emplea Wilde en el texto. Es algo que ha sido tan fácil como difícil hasta para poder darle nuestra humanidad».

Una de las curiosidades de la obra es la de poder contar entre sus actores a Víctor Pi, actor que protagonizó esta misma obra hace casi treinta años. Por eso, ayer apuntaba con nostalgia que «ha sido divertido poder recordar una obra que interpreté casi cuando empezaba en el mundo del teatro».

El Teatre Akadèmia también tiene otro estreno esta semana. El sábado será el momento de «Els clàssics van al cabaret», con el protagonismo de Uma Ysamat (voz y piano) y Josep Colom (piano), dirigidos por Andrea Segura. En este espectáculo se recupera la música para cabaret que compusieron autores de la talla de Arnold Schönberg, Erik Satie, Claude Debussy, Igor Stravinsky, Maurice Ravel y Paul Hindemith. Son todos ellos autores ya clásicos, pero que a inicios del siglo pasado sorprendieron.