El torero madrileño Víctor Hernández no podrá reaparecer por el momento tras la grave cogida sufrida el pasado 21 de junio en la plaza de Torrejón de Ardoz. Aunque ya ha recibido el alta hospitalaria y se encuentra en su domicilio, los médicos han ordenado reposo absoluto para garantizar una correcta recuperación.

Hernández presenta una fractura abierta de cráneo y un sangrado que, aunque en remisión, requiere seguimiento. La evolución es positiva, pero el descanso es obligatorio hasta que se forme el callo óseo y el sangrado desaparezca del todo. Por tanto, queda descartada su presencia en los compromisos más inmediatos de su agenda.

De forma concreta, Víctor Hernández no podrá hacer el paseíllo en la Feria de San Fermín, donde estaba anunciado el 8 de julio con toros de Cebada Gago, ni en la corrida de feria de Manzanares. Son dos fechas señaladas, especialmente Pamplona, plaza en la que se esperaba con expectación tras su buena temporada.

La Casa de Misericordia de Pamplona ha actuado con rapidez y ya ha anunciado al sustituto. Será Pepe Moral, uno de los toreros destacados de esta primera mitad de temporada, especialmente tras su paso por la Feria de Abril, donde cortó dos orejas en la corrida de Miura. Su inclusión refuerza el carácter meritocrático que ha definido este año el ciclo pamplonés.

El cartel del martes 8 de julio queda por tanto así: Antonio Ferrera, Pepe Moral y Román, con toros de los Herederos de Cebada Gago. Una terna que combina veteranía, solvencia y buen momento artístico, y que mantiene el interés intacto de una de las corridas más esperadas del abono.

Mientras tanto, desde su casa en Los Santos de la Humosa, Víctor Hernández seguirá las recomendaciones médicas para completar una recuperación sin riesgos. Su ausencia duele, pero la prioridad es su salud. Y si algo ha demostrado el toreo es que siempre hay segundas oportunidades para los que tienen cosas que decir.