Una atrevida Marie Curie
Un «biopic» revela los años más «escandalosos» de una mujer única
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No son muchas las fotografías de Marie Curie que nos han llegado y en todas, sin excepción, la vemos vestida de negro, con algún objeto científico y un gesto, más que serio, hosco.
No son muchas las fotografías de Marie Curie que nos han llegado y en todas, sin excepción, la vemos vestida de negro, con algún objeto científico y un gesto, más que serio, hosco. «A Curie nos la enseñan triste, sosa y aburrida», admite Marie Noëlle, que se confiesa toda una «friki» de la científica desde que, de pequeña, leyó una biografía sobre esta mujer excepcional que fue la primera en lograr un premio Nobel y la primera en repetir dicho galardón. De la Curie profesional no hay nada que podamos descubrir en el cine, pero el empeño de Noëlle con este «biopic» ha sido acercarnos a la persona: «Hace dos años empecé a leer sus cartas y sus diarios. Descubrí a una mujer fenomenal, libre en su espíritu, moderna, que nunca se quejaba, que no tenía autocompasión, que si había un problema encontraba una solución. Y pensé que tenía que contar eso, porque Marie Curie es todo menos aburrida».
► Seis años de traca
La protagonista de este filme acaba de perder a su marido, su gran compañero de vida y trabajo, y en los siguientes seis años –los que abarca el filme– se encuentra con todo tipo de obstáculos existenciales: cuidar en soltería de sus hijas, buscar mecenas para continuar la labor científica emprendida con Pierre frente al recelo de un mundo académico masculino, combatir las acusaciones de ser judía (sin serlo) en los años posteriores al caso Dreyfuss... Y, para colmo, defender la autonomía de sus sentimientos. Y es que buena parte de «Marie Curie» desarrolla la historia de amor adúltera con Paul Langevin, un científico malcasado y mujeriego. Aquella relación la puso en la picota pública, en una versión «avant la lettre» del acoso y derribo a los famosos de hoy en día. «Llegaron a llamarla ‘‘puta’’ en la prensa –señala Noëlle–. Yo me pregunté cómo habría vivido ella todo eso, como si hoy te insultan en Twitter. Empecé a interesarme por el ser humano que había detrás».
Así, su Curie es una mujer «de una gran energía vital, con una fuerza increíble, una inspiración para todos, honrada y libre». Ella representa, frente a Langevin, un «hombre convencional de su siglo» que no logra romper con su familia y encarar el escándalo mediático, «a la mujer universal. Era muy atrevida. Veía las cosas de una manera muy moderna». No obstante, Noëlle está convencida de que, para el promiscuo Langevin, la científica no fue «una más». «Él había sido alumno de Pierre Curie, y admiraba a Marie, pero era un hombre de su tiempo, así que el ‘‘timing’’ de la relación no era el correcto». Para Marie, Langevin representaba un modo de volver a encontrar la dualidad perfecta entre trabajo y amor que había tenido con Pierre. Después de que aquella relación adúltera se disolviera, la premio Nobel no volvería a volar fuera del laboratorio. En aquellos seis años ya había dado todo de sí: «En ese periodo que narro ella vive todo lo que se puede vivir: la pérdida de un ser que ama, la lucha para continuar con el trabajo que es su pasión, el amor, el escándalo, el segundo Nobel... Son seis años absolutamente increíbles».
«Marie Curie» se une a toda una corriente de «biopics» que, en los últimos tiemps, están revisitando a figuras femeninas desde la óptica del siglo XXI. Pero, según Noëlle, aún hoy es difícil sacar adelante este tipo de proyectos: «Muchos productores lo rechazaron porque era mujer y científica, pero yo insistía en que ella podía ser una inspiración para gentes de todo tipo y sexo». De hecho, afirma, la buena acogida en Polonia y Alemania le ha dado la razón.