Una difícil batalla judicial para España
Un indiscreto correo en las redes sociales del presidente de Colombia ha dado publicidad a un hecho que, no por intuido desde hace unos años en la comunidad de estudiosos del patrimonio submarino, deja de tener una importante trascendencia para España: tendremos que volver a tribunales internacionales si queremos que la carga y los bienes del galeón «San José», encontrado en aguas de Cartagena de Indias, regresen a nuestro país, y siempre que acreditemos algunos importantes y complicados extremos.
Sin embargo, en este caso concreto, partiremos con desventaja, pues los colombianos, finalmente, se vinieron atrás a la hora de firmar la Convención de la Unesco para la Protección del Patrimonio Subacuático, tras muchos años de dar largas a la comunidad internacional. Lo hicieron, seguramente, por conocer el gran número de barcos españoles de la época colonial que todavía esconden sus aguas. De haberse adherido a la Convención no podrían comerciar con los hallazgos y estarían obligados a conservar en museos cualquier resto; aunque el país propietario del barco tampoco en principio pudiese reclamar nada.
Y de nuevo se entablará un dilema sobre la naturaleza del transporte que realizaba la nave; si existían entonces correos de indias de origen civil, o eran los militares los titulares de dicho servicio, pues, en el matiz radica la diferencia a la hora de catalogar cualquier navío histórico como «buque de estado», y quedar entonces «relativamente» protegido por varias leyes internacionales.
Los trabajos diplomáticos que seamos capaces de emprender con Colombia marcarán el destino de los muchos restos patrimoniales que transportaba el galeón «San José». Pero, con el Derecho Marítimo en la mano, de momento, no hay nada que hacer ni que reclamar, pues nuestro barco naufragó en el mar territorial colombiano, cuya titularidad es exclusiva de dicho país.
*Abogado maritimista