Obituario

Ainhoa Arteta: Una lección de vida

Yo sabía que estaba enferma, pero no pensaba que era nada de gravedad y que el desenlace sería tan inminente

Montserrat participó en el filme «Romanza final», dirigido por José María Forqué y basada en la biografía de Julián Gayarre. En este trabajo inusual coincidió con otro grande de los escenarios operísticos: José Carreras
Montserrat participó en el filme «Romanza final», dirigido por José María Forqué y basada en la biografía de Julián Gayarre. En este trabajo inusual coincidió con otro grande de los escenarios operísticos: José Carreraslarazon

Estamos todos de luto. Yo sabía que estaba enferma, pero no pensaba que era nada de gravedad y que el desenlace sería tan inminente. Creía que se iba a recuperar, pero, desgraciadamente, no ha sido así.

Estamos todos de luto. Yo sabía que estaba enferma, pero no pensaba que era nada de gravedad y que el desenlace sería tan inminente. Creía que se iba a recuperar, pero, desgraciadamente, no ha sido así. Ella, que hizo frente a lo largo de su vida a tantos avatares durísimos, no pudo superar este último golpe, el más duro. Quizá sea que tenía su día señalado. Pero se ha ido como ella quería, rodeada del cariño de los suyos, que han estado a su lado, sin moverse, cerca siempre. Los más especiales recuerdos que he vivido han sido a través de su hija, que siempre me ha parecido una persona maravillosa. Cuando la conocí –trabajamos juntas– me acuerdo de que le comenté: «Tus padres han tenido que ser, y tienen que ser, maravillosos para que tú seas así». Porque lo es. Es una persona tan buena, tan educada y tan sencilla... A través de ella, que me explicó lo que significaba ser hija de una grande entre las grandes como lo era su madre, conocí a Montserrat y, efectivamente, en las distancias cortas se mostraba como una mujer completamente sencilla, humilde y muy risueña. Jamás fue distante aunque era distinta y no volveremos a tener cerca a alguien de su talla. Se reía mucho, tenía un gran sentido del humor.

Nos ha dejado una lección que solamente pueden legar los grandes sobre lo que es saber llevar una carrera longeva, con una técnica impecable y una voz única. Una mujer que, ante todo y sobre todo, además de cantante era madre y ejercía de ello.

Su gran legado para mí es la música, pero creo que también podemos disfrutar muchísimo de Caballé a través de su hija.

Es un día raro, extraño. Por un lado celebramos, y nos congratulamos, de que haya existido esta gran dama de la música y del arte, y de que algunos, muchos, hayamos tenido el enorme privilegio de conocerla; pero, obviamente, es triste porque nos ha dejado, aunque sé que nos lega un testigo que no tiene parangón. Nunca debemos de olvidar esto: Montserrat Caballé es hoy una de las representantes españolas más grandes de la lírica a nivel mundial. Qué pena nos embarga no solo aquí en España sino en todo el mundo. La recordaremos siempre.