"Venganza bajo cero": Neeson, el justiciero
Si hay un actor en la última década que encarne con mayor asiduidad la figura del justiciero, ese es Liam Neeson. En 2009, su filmografía dio un giro de 180 grados, hacia la acción y la violencia, lejos de los papeles históricos que le habían reportado fama. Con «Venganza bajo cero», dirigida por Hans Petter Moland, vuelve a interpretar a un tipo normal su madera de héroe justiciero, así como un caladero de violencia que no casa con su rutina previa.
Neeson es Coxman, un hombre que lleva años trabajando con la máquina quitanieves en la localidad de Kehoe (Colorado), abriendo camino entre paredes de hielo. Un ciudadano ejemplar que incluso recibe la medalla de hombre del año justo antes de saber que su hijo ha muerto en un turbio asunto de drogas. Para la Policía está claro: ha sido una sobredosis; para Coxman, no.
Junto con la acción y unos sobrecogedores paisajes nevados, que han sido filmados en Canadá, la venganza y su sentido es la clave del filme. Neeson aprendió en su infancia la futilidad de tomarse la justicia por la mano: «Crecí en Irlanda del Norte, con una guerra de 30 años, 15 de los cuales estuve allí y vi a amigos que se implicaron en el conflicto, la venganza y la destrucción que conlleva y que queda en toda la sociedad durante largo tiempo. Fue una lección precoz de que la venganza no funciona», señala. El humor del filme, en la línea de los hermanos Coen, fue otro aliciente para que el intérprete se sumara a esta nueva cinta en la que él es la justicia.