¿Y si se cae el Partenón?

«Urge buscar soluciones». Los ingenieros han levantado la liebre: el Partenón se derrumba y la cosa podría ir en serio tras 2.500 años capeando los embates de la historia, la climatología, la geología, la guerra y hasta el expolio. Un informe de expertos del Consejo Central de Arqueología de Grecia (KAS) elevado al Ministerio de Cultura griego alerta del deterioro de la plataforma de piedra sobre la que se asienta el templo más emblemático de la civilización occidental.

Los peritos, que iniciaron su trabajo tras la caída de una piedra ladera abajo el 3 de enero de este año, consideran que la «inestabilidad del terreno» se debe al sistema de drenaje de la lluvia y a las tuberías de aguas residuales, lo cual afecta seriamente a la estabilidad del edificio. La amenaza estaría localizada en la zona suroeste del Partenón, sobre la que los expertos piden focalizar las actuaciones, asegurando un área que, de producirse corrimientos de tierra, podrían dar al traste con esta construcción milenaria.

Los resultados del informe han levantado una importante polvareda en Grecia, país cuya imagen turística va indisolublemente asociada al Partenón, así como en el extranjero, más si cabe tras la alarma reciente por el riesgo de colapso de la pirámide de Zoser, en Egipto, y el toque de atención de la Unesco al estado de conservación del sitio de Pompeya.

Ante este panorama, la secretaria de Estado del Ministerio de Cultura, Lina Mendoni, trata de rebajar el nivel de alerta: «Hubo pequeños colapsos en las rocas, pero no existen riesgos para la Acrópolis, que es una prioridad en los proyecto de restauración en los últimos cincuenta años». Y matizó: «Los monumentos se han abordado en gran parte y se han restaurado; esto no quiere decir que no haya trabajo por hacer; llegaremos a la misma roca que forma parte del monumento y a las paredes de la Acrópolis para hacer frente a la gravedad atribuible a un monumento tan importante del patrimonio cultural de la humanidad».

El profesor Svolopoulos, jefe de Restauración de Monumentos, recuerda a su vez que en el último año y medio los técnicos han desarrollado en el terreno una serie de actuaciones coordinadas con la Oficina y el Comité de Restauración de la Acrópolis. Así, se han ejecutado trabajos de limpieza de la ladera, desmantelamiento de rocas en mal estado, agujeros de drenaje y construcción de anclajes pasivos en la ladera. En las últimas décadas, los proyectos y trabajos en el Partenón y la Acrópolis en general se han sucedido. El proyecto más ambicioso, liderado por Manolis Korres, se inició en 1984, tras los daños sufridos por el templo debido al terremoto tres años anterior. La falta de fondos y las huelgas retrasaron el calendario, pero la posterior financiación europea logró encauzar un proyecto que no ha podido solventar todos los «achaques» del monumento. Ahora, con Grecia sumida en la crisis, la comunidad internacional exige la salvaguarda de este baluarte de la civilización.