España
Depeche Mode, el corazón de la máquina
La banda ofrece un concierto en Barcelona y dos en Madrid, llenos hasta la bandera, para estrenar «Delta Machine»
Cumpliendo el guión que invariablemente se ha mantenido a lo largo de esta gira, lo primero que escucharán los miles de seguidores de Depeche Mode en los tres conciertos que la banda ofrecerá la próxima semana en España (miércoles 15 en el Palau Sant Jordi de Barcelona; viernes 17 y sábado 18 en el Palacio de los Deportes de Madrid) serán los acordes de «Welcome to My World», tema con el que también se abre su último trabajo, «Delta Machine», que de hecho es el mejor y más arriesgado disco del grupo en muchos años, tanto que en directo no va a ejercer el papel de mera comparsa, sino que tendrá un notable protagonismo, sonando un mínimo de cinco canciones. Tras la mencionada bienvenida llegará «Angel», con un dinamismo que promete dar mucho juego, y más tarde «Should be Higher», «Heaven» –que fue contra pronóstico el primer «single»– y un corte más que ha venido oscilando entre «Slow», «The Child Inside» y «Soothe My Soul». No se trata, por tanto, de un álbum que figure como relleno, como a menudo ocurre en las giras de grupos con una dilatada trayectoria, sino que articula en buena medida unos conciertos en los que, por supuesto, no faltarán los «hits» que han hecho de Depeche Mode una de las bandas no sólo más vendedoras (115 millones de copias han despachado a lo largo de su trayectoria), sino más influyentes de los últimos 30 años.
Regreso del hijo pródigo
Ahora, tras entregas irrelevantes como «Playing the Angel» (2005) o «Sounds of The Universe» (2009), este «Delta Machine» supone reencontrarse con el mejor nivel de los autores de clásicos del rock electrónico como «Construction Time Again» (1983) o «Music for The Masses» (1987), con un cierto espíritu espartano que remite a la época de «Songs of Faith and Devotion» (1993). Algo así como el regreso del hijo pródigo. «Creo que el título lo resume bien: es un trabajo influido por el blues, pero hecho con máquinas. Es lo que hacemos y este disco lo muestra mejor que los dos anteriores. A veces grabas un álbum y no sabes muy bien por qué ha ido en esa dirección; es en el siguiente cuando te das cuenta del camino que has tomado», comentaba Dave Gahan –ya recuperado del cáncer de vejiga que le diagnosticaron en medio del último «tour»– en una entrevista promocional a la revista «Time».
Fue en los últimos 70 cuando Depeche Mode, entonces con un par de sintetizadores baratos y aún con la presencia de Vince Clarke, daba los primeros pasos, hasta debutar en 1981 con «Speak & Spell». Tras la prematura marcha del teclista y compositor británico, han sido Dave Gahan, Martin Gore y Andrew Fletcher los que han permanecido en primera línea. «Martin y yo tenemos una química innegable. Sus canciones me hablan. No sé por qué, pero funciona. Cuando empiezo a escuchar a gente en el estudio que dice que algo está sonando lejos de lo que se supone que somos, pienso: ''Perfecto, sigamos por ese camino: vamos a alejarnos todo lo posible''. Es como un reloj: puedes intentar ir hacia otro lado, pero volverás a ese punto. Es bueno llevar las cosas a otro lugar. Hay fans que amarán este disco y otros que pensarán que no, pero como artista tienes que mirar hacia delante, porque repetir el mismo proceso es una idea ridícula. Si estamos en el estudio y todo parece demasiado normal, entonces es que no te estás exigiendo lo suficiente. Cuando eso ocurra creo que estaremos acabados».
No parece que esto último vaya a ocurrir a corto plazo, cumpliendo por ahora con esa norma no escrita que han asumido desde «Songs of Faith and Devotion» de hacer disco y gira cada cuatro años. «Somos pesimistas, siempre estamos inseguros. Desde "Black Celebration"(1986) hemos estado diciendo que no podemos garantizar que habrá un nuevo álbum. Puede que no seamos los mejores en términos de comunicación, incluso diría que somos disfuncionales, pero quizá sea eso lo que nos pone en marcha», comentaba Gore en una entrevista. «No sé si la gente piensa que somos unos tipos sombríos, pero tenemos muchos momentos de diversión en el estudio. Incluso empezamos a sentir un cierto optimismo tranquilizador; creo que, después de 33 años, deberíamos dejar de preocuparnos», añadía el compositor principal de Depeche Mode, que en directo también tendrá su habitual momento de gloria cuando se quede a solas sobre el escenario mientras Dave Gahan, un verdadero animal escénico, se toma un descanso antes de afrontar un arrollador último tramo en el que sonarán «Personal Jesus», «Enjoy the Silence», «Halo», «Just Can't Get Enough», «I Feel You» o «Never Let me Down Again». Casi nada.
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