El motivo por el que Fernando Alonso no puede tener uno de los mejores coches en la Indy

Fórmula 1, Le Mans, Dakar…Fernando Alonso pasa por ser en la actualidad uno de los pilotos más completos de la historia. Sus dobles títulos en la F-1, Le Mans y el Mundial de Resistencia lo dejan claro, y además, el nivel demostrado en el Dakar hacen presumir que más pronto que tarde podría estar en la senda de la victoria en una especialidad tan distinta. Sin embargo, su objetivo es lograr la Triple Corona, es decir, el triunfo en carreras como el Gran Premio de Mónaco de F-1, las 24 horas de Le Mans y las ansiadas 500 Millas de Indianápolis, el único que le falta. Además, «Triple Corona» es el título del documental que está grabando para Netflix y que se supone que podría ver la luz cuando lograra la victoria en Estados Unidos. Pero esa aventura le está costando mucho más de lo que Alonso esperaba. Y el hecho de venir de una competición tan avanzada y superior como la Fórmula 1 no le está beneficiando porque son campeonatos distintos con particularidades muy diferentes que requieren mucha experiencia para conquistar el máximo. En su primera participación, Alonso corrió con Andretti, uno de los mejores equipos aprovechando que la escudería americana tenía como suministrador de motores a Honda y en aquella época la compañía japonesa también estaba en McLaren en la F-1. Aquello se «vendió» como la forma que tenía Honda de disculparse con el asturiano por el desastre que estaba viviendo aquella temporada ante la falta de prestaciones de la unidad de potencia nipona. El ovetense no defraudó y, acompañado por el buen rendimiento del equipo, estuvo a punto de ganar la carrera. Dejó unas sensaciones increíbles. Pero su «drama» continuó en la F-1 de la mano de Honda y llegó la famosa frase «Motor GP2», una comunicación por radio (difundida por TV) entre piloto e ingeniero que dejaba en muy mal lugar al fabricante japonés. Una mofa en toda regla. Aquella frase encendió los ánimos dentro de McLaren, retumbó en la sede de la marca y todo desembocó en la salida de Honda para recalar primero en Toro Rosso y después en Red Bull, donde ya gana carreras. Pero los japoneses no olvidan y han vetado cualquier intento de Alonso para disputar las 500 Millas de Indianápolis en cualquiera de los equipos donde suministra los motores, es decir, la mayoría de los grandes a excepción de Penske, que usa Chevrolet.

Cuando todo parecía hecho y acordado con Andretti, desde Honda impidieron la operación. Alonso buscó otras opciones, pero ser bicampeón del mundo de F-1 y ganador de Le Mans no asegura nada en Estados Unidos. Ni siquiera ha podido encontrar hueco en Penske, el otro gran equipo de las 500 Millas de Indianapolis.

Vuelta a «otra» McLaren

Sorprendentemente, Alonso no ha tenido otra opción que regresar a McLaren-Chevrolet, aunque afortunadamente no es la misma estructura que hizo el ridículo el pasado año cuando ni siquiera pudo clasificarse para disputar la prueba. Aquel desastre provocó que Zak Brown replanteara su presencia en Norteamérica y buscó una asociación con Schmidt-Peterson, una estructura de la zona media de la Indy que no ha tenido grandes resultados, pero que tiene experiencia y puede servir a Alonso para acumular más y más kilómetros. Otra cosa es si realmente aspira a la victoria. El mejor resultado reciente de este equipo en Indy fue un 7º puesto logrado en 2016 por James Hinchcliffe.

El asturiano no ha podido reconducir la situación y ahora tendrá que afrontar la prueba americana con un equipo de la zona media. Todavía está por ver cuál será su preparación y si tomará parte en alguna carrera del campeonato Indy, al margen de las sesiones libres previas a las 500 Millas de Indianápolis. Esta será la tercera participación de Alonso en Indy y en la que ya está completamente centrado. Sin duda, el español será una de las grandes atracciones de la carrera como ya lo fue en 2017 y 2019. Trae más experiencia y militará en un equipo donde sus miembros ya tienen cierto rodaje y sobre todo experiencia.