Real Madrid

En lo que pensó Vinicius antes de marcar el gol en el Barcelona-Real Madrid

Siempre sonriente, con “clases individuales de tiro”, el delantero brasileño es ya una de las estrella del equipo de Zidane

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Casemiro se puso de rodillas en el césped, se tiró, cerró los puños y los ojos y celebró el gol de Vinicius con rabia, como quien por fin se libera. Era el gol que cerraba unas semanas de dudas y el tanto que metía a Vinicius en la elite del fútbol sin dejar ya paso a opiniones contrarias. O sí, pero no parecerán fundamentadas.

Vini, su protegido, el joven a quien ha cuidado como a su hermano pequeño o como a su hijo, a quien le ha explicado qué es ser joven en el Real Madrid y tener que ganarse el puesto día a día, contra las adversidades o yéndose a Oporto, como hizo «Casi», antes de volver y convertirse en lo que es ahora, uno de los jefes del vestuario y del campo. El «veterano», en fin, que cuida del joven recién llegado y le explica que tanto el éxito como el fracaso nunca son para tanto.

Vinicius está conociendo ambos en una temporada de altibajos constantes: empezó sin ser importante, tuvo sus minutos y dejó dudas frente a la portería. Y con sólo 19 años. «Hay que jugar en este estadio, hay que jugar contra el Barcelona y siendo joven. Provoca siempre incertidumbre en el rival y desahogo. Ojalá sea una liberación para él», explicaba Butragueño que fue joven e ídolo en ese césped. Parece eso, sí, que el choque del domingo contra el Barcelona ha roto la barrera mental de la portería rival.

Pese a que la presión ha sido importante y pese a su edad, Vinicius no ha perdido su carácter optimista y alegre, como reconocen los que trabajan cerca de él en el vestuario blanco. Su sonrisa es perenne, en las buenas y en las malas, tan constante como sus ganas de trabajar. Es consciente de que el fútbol europeo exige otras cosas y él está poniéndose a ello físicamente.

Además, durante todo este curso ha ido trabajando de manera individual la manera de correr con el balón y orientarse hacia la portería y también el disparo a puerta, quizá la nota en la que aún le falta por llegar al sobresaliente. En el club piensan que el día que frente a la portería sea tan efectivo como regateando, no se va a conocer su techo.

Él no ha duda, «no ha cambiado», dicen desde Valdebebas. Es el mismo, pero con más meses en el Real Madrid y en la élite, con más reflexiones escuchadas a Casemiro explicándole y respondiendo a sus preguntas, frenándole a veces y lanzándole otras, para que no se corte ni dude cuando no tiene que dudar. Y mientras Kroos le indicaba el pase y Vinicius iba donde le decía el alemán para recibir ahí pelota. Y mientras Piqué, en un gesto de soberbia tan típico suyo, decidió que le daba la portería y le cortaba el pase, Vini tuvo tiempo para pensar qué hacer o tiempo para que inconscientemente se le apareciese Casemiro y uno de sus consejos. «Me dijo que me tenía en la cabeza cuando iba a encarar la portería del Barcelona y que en su cabeza yo le decía ‘¡tira, tira!», contaba Casemiro. «Si ves que Benzema está en mejor posición que tú, dásela; pero si tú estás mejor colocado o igual que él, ¡ve a portería!», le había dicho el brasileño. Y a portería fue. Y ganó el partido.

En la primera parte, tuvo un par de internadas, pero eligió el pase. En la primera buscó a Benzema cuando Isco llegaba mejor por atrás. En la segunda, se la dio a Isco, que venía otra vez por detrás, pero un defensa se anticipo. En la segunda parte, no dudó. Y, cuando Piqué, entonces, sí que quiso tapar ayudó a que el balón entrara. Pero de eso no habló el defensa barcelonista porque hay quien no pierde nunca, aunque haya perdido.