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Fútbol

El Barça se rompe por dentro

Bartomeu insta a cuatro directivos críticos a que dimitan y uno le acusa de «dividir los pagos» de las polémicas cuentas «fake» para que fueran aprobadas sin pasar por la Junta

El Barcelona vive la crisis institucional de nunca acabar desde que empezó 2020. Cuando un incendió todavía está echando humo, se aviva la llama. O, en realidad, como el fuego no se apagó del todo, las brasas siguen activas y prenden en cualquier momento. El último lío fue el de la rebaja del salario de los jugadores, y se cerró en falso con mensaje de Messi y compañía a los directivos que Bartomeu quiso suavizar después.

Pero el ataque de los futbolistas denunciando que hubo filtraciones interesadas creó un cisma en la Junta. El penúltimo gran asunto está pendiente de una auditoría, porque la pandemia por el coronavirus estalló y no se resolvió el denominado «Barça Gate» o caso de las cuentas «fake» que contrató la entidad a través una empresa, «I3 Ventures», para mejorar su imagen en redes sociales, pero éstas además se metían con algunos futbolistas como Piqué o Messi. Aunque el club negó conocer que se usaran también para eso, encolerizó a los jugadores, que no quedaron demasiado convencidos tras la explicación dada por el presidente, y dividió a la Junta.

Algunos directivos pidieron explicaciones y la respuesta de Bartomeu ha sido intentar fulminarlos, degradarlos, porque no puede obligarlos a dimitir, según adelantaron tanto «Mundo Deportivo» como «Sport». Se trata de Silvio Elías (Barcelona B), Josep Pont (área comercial), Enrique Tombas (vicepresidente y tesorería) y Emili Rousaud, que estaba destinado a ser el candidato continuista en las elecciones que habrá en el club el verano de 2021 y a las que Bartomeu no se puede presentar. Según estas informaciones, en las reuniones de la directiva a causa del «Barça Gate» ellos pidieron al presidente que adelantara los comicios a este mismo verano.

Fue en febrero. Dos meses después la respuesta del presidente ha sido una llamada por teléfono para decirles que ha perdido la confianza en ellos. «Es lícito que Bartomeu quiera gente de confianza y no discuta nada, pero no son las formas correctas llamar en pleno confinamiento», aseguró Rousaud en la «Ser». «Bartomeu me llamó y me dijo que quería hacer una remodelación en la Junta y que tenía recelos con algunos directivos, entre ellos yo. Me dijo que había filtraciones que molestaron a jugadores y que yo ponía en duda el trabajo de los ejecutivos», insistió, aunque no le convenció la explicación y para él el fondo de la cuestión es otro: aparte de pedirle que adelantara elecciones, Rousaud denunció que la contratación de «I3Ventures» (a la que se pagó 1 millón de euros, una barbaridad, según los expertos, para el servicio que prestaban) se dividió en facturas que no llegaban a 200.000 euros para que así no tuvieran que pasar por la Junta para ser aprobadas.

«Estoy en el Comité de Adjudicaciones y esas facturas se dividieron, es una realidad. Siempre intento actuar con honestidad, entiendo que al presidente estas discrepancias o el querer llegar al fondo de ciertas cuestiones para aclararlas igual no le ha gustado...», afirmó Rousaud, que dice que le sigue haciendo ilusión aspirar a ser presidente del Barcelona, pero ahora lo ve difícil. El único que sí ha confirmado su intención de presentarse a los comicios es Jaume Font, uno de los perseguidos en las cuentas «fake».

Bartomeu quiere estar rodeado de gente de confianza en el último año que le queda al frente del club y en el que debe hacer frente a la crisis que se presenta tras el parón por el COVID-19. Sin ingresos desde marzo, la bajada del sueldo a los deportistas y el ERTE son un alivio, pero no suficiente para cuadrar las cuentas el 30 de junio.