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Rafael Nadal

Nadal, Djokovic, Federer... el tenis en 2020 corre serio peligro

El responsable de la ATP asegura que “es muy posible que el tenis no se reanude hasta el próximo año”

Wimbledon ha sido uno de los torneos que ha suspendido su celebración
Wimbledon ha sido uno de los torneos que ha suspendido su celebraciónTim IrelandAgencia AP

A medida que pasan los días la intención de la ATP y la WTA de reanudar la actividad a mediados de julio parece poco probable. Andrea Gaudenzi, el nuevo presidente de la ATP en sustitución de Chris Kermode, ha repasado con medios italianos la complicada situación actual. “Nadie sabe cuándo volveremos por lo que no tiene sentido hablar de agosto o septiembre ahora. No tiene sentido golpearse la cabeza contra la pared por algo que puede no suceder. Es muy posible que el tenis no se reanude hasta el próximo año”, comentó tajante.

Todo empezó con la suspensión de Indian Wells. “Primamos la salud porque cancelamos el torneo cuando la NBA todavía se estaba jugando. Todos los jugadores estaban allí y contemplamos la opción de jugar a puerta cerrada, pero... La parte buena de esta crisis es que puede surgir una colaboración interna entre ATP, WTA, ITF y Grand Slams”, dice Gaudenzi.

Una de las medidas que ha provocado más polémica ha sido la decisión unilateral de trasladar Roland Garros al mes de septiembre sin ningún tipo de consulta por parte de la Federación Francesa. “Lo que pasó demuestra que el tenis necesita regulaciones más estrictas. Lo que hizo Roland Garros es comprensible. La Federación Francesa entró en pánico después del discurso de Macron y sintieron la necesidad de plantar su bandera en el mes de septiembre. Esto provocó una conversación entre todos los presidentes y llegamos a la conclusión de que todos somos parte de la misma historia y que vivimos en el mismo edificio, por lo que no hay lugar para la prevaricación”, comenta. “Ahora Roland Garros ha dado un paso atrás entendiendo la importancia del diálogo. El US Open está planeando retrasar el torneo si la situación en Nueva York no mejora antes del verano. Nosotros queremos jugar el máximo de torneos por el ranking, por el dinero en premios y para entretener a los aficionados. Yo represento a la ATP, pero los Grand Slams son los Grand Slams”.

Y, ¿qué opinan los jugadores? “Los tenistas están de acuerdo conmigo. Yo he hablado con todos los miembros del Consejo de Jugadores. He hablado con Nadal, con Federer y con Djokovic, y están de acuerdo que se deben intentar jugar los torneos más importantes. Por eso tiene sentido haber movido Roland Garros a septiembre. Tendría menos sentido jugar el US Open tres semanas más tarde. Si el tenis no se reanudará a principios de septiembre, dudo mucho que sea más adelante”, afirma Gaudenzi.

Con todo lo que ya está suspendido y con lo que está por delante intentar componer un calendario a partir de mediados de julio es una quimera. “Hemos creado unas 50 versiones diferentes y hemos tenido que volver a barajarlas a diario. Hay cosas inamovibles como el Masters. El O2 Arena está disponible para las Finales ATP exclusivamente durante esa semana (del 15 al 22 de noviembre), y lo mismo ocurre con la mayoría de os torneos bajo techo de Viena y Basilea, porque los pabellones son multiusos. Estamos trabajando en la opción de cuatro semanas de tierra después del US Open. El mejor escenario posible sería jugar la gira norteamericana en verano, luego tierra, después la gira asiática y después las Finales ATP. Si eso pasa habríamos salvado el 80 por ciento del calendario exceptuando la hierba. Si se cancela el Abierto de Estados Unidos, todo se complica más porque entonces plantearíamos el escenario de seguir jugando en noviembre y diciembre. De momento, la idea es volver el 13 de julio”, comenta el ejecutivo italiano. "Estamos considerando todo por las restricciones al viajar. Pero tampoco podemos olvidar que el tenis es un deporte global, diferente al del fútbol, donde las Ligas se juegan en un país sin tener que moverse. Aunque hiciéramos los torneos a puerta cerrada estaríamos hablando de 2.000 o 3.000 personas que se mueven de un lado a otro, y eso dificultaría garantizar la seguridad para todos. No queremos convertirnos en un deporte regional porque eso sería dar un paso atrás. Nos crearía un problema con el ranking ya que los mejores jugadores competirían en diferentes Ligas en lugar de enfrentarse entre sí”.