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Fútbol

El triste final del Trinche Carlovich

Ha fallecido después de estar dos días en coma tras sufrir un asalto el pasado miércoles

El Trinche Carlovich
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Dice la leyenda que el Trinche Carlovich fue el mejor jugador de la historia del fútbol argentino. El mejor del mundo, quizás. “Trinche, vos fuiste mejor que yo”, decía la dedicatoria que un día le regaló Maradona. El Trinche se hizo mito sin salir del barrio, sin que nadie lo viera por televisión y sin apenas jugar en la máxima categoría del fútbol argentino.

Tomás Felipe Carlovich (Rosario, 1946) ha fallecido de una manera dolorosa. Los ladrones no respetan a las leyendas, por humildes que sean y el Trinche sufrió un asalto el pasado miércoles. El botín era la bicicleta con la que se desplazaba por la ciudad. Le golpearon en la cabeza con un palo y el choque contra el suelo al caer le provocó un derrame. Después de dos días en coma inducido, Carlovich no ha superado el golpe. Era una bicicleta nueva porque ya le habían robado cuatro viejas, contaba uno de sus hijos.

Se va una leyenda que se hizo imparable de un amistoso previo al Mundial de Alemania 74. La selección argentina, dirigida por Vladislao Cap, se enfrentó a un combinado de jugadores de Rosario. Cinco pertenecían a Newell’s Old Boys, otros cinco a Rosario Central y el Trinche era el único futbolista que no jugaba en Primera. El combinado rosarino, en el que jugaban Kempes y Mario Zanabria entre otros, ganó por 3-1, pero el mejor fue el Trinche, que fue sustituido a los quince minutos del segundo tiempo. El relato del mito también dice que fue el seleccionador, Vladislao Cap, el que pidió a Carlos Griguol, que ejercía de técnico del combinado rosarino, que retirara al Trinche para evitar una humillación mayor.

Carlovich no quiso ganar más dinero. Ni tampoco fama. Él sólo quería ser feliz jugando al fútbol y lo fue sin rozar apenas la élite. Un paso por las inferiores de Rosario Central, unos partidos en Colón de Santa Fe... Pero su casa estaba en Central Córdoba, un modesto equipo de Rosario.

Cuentan que tuvo ofertas para jugar en Francia y que fue a buscarlo el Cosmos de Pelé, pero que el mismo “O Rei” impidió su fichaje. “A mí me bajó el dedo Pelé, esos son los comentarios que siempre me han llegado. No me gusta hablar, pero parece que pasó eso”, reconocía el propio Trinche. También cuentan que no le gustaba entrenar y que prefería irse a pescar, aunque él lo desmentía. “Aprendí a pescar hace cuatro años porque me enseñó mi yerno”, confesaba en 2008.

En España, el Trinche se hizo famoso gracias a un documental de “Informe Robinson”. En Argentina ha sido un mito durante los últimos 50 años. “Era un fenómeno, hacía cosas que nadie esperaba. Era habilidosísimo y le pegaba a la pelota con una variedad de golpes fabulosa. Coincido con los que dicen que fue uno de los mejores jugadores argentinos”, decía el Negro Fontanarrosa, el mítico escritor rosarino ya fallecido.

Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich, así que ya no sé”, asumía Maradona cuando fichó por Newell’s. El Trinche murió. Su leyenda seguirá.