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Athletic-Real Madrid: de la cena al aperitivo para los de Zidane en busca de la Liga

Tras cinco partidos a las 22:00, los blancos se juegan hoy a las 14:00 medio título en San Mamés sin tiempo para adaptarse al radical cambio de horario

El último entrenamiento del Real Madrid
El último entrenamiento del Real MadridAntonio VillalbaRealmadrid.com

Poco tiempo van a tener hoy los jugadores del Real Madrid para ponerse nerviosos antes de enfrentarse al Athletic. A las dos de la tarde comienza a rodar el balón en San Mamés, en un choque en el que se puede decidir medio título de Liga. Después de cinco partidos consecutivos jugando a la hora de la cena, los blancos han tenido que cambiar radicalmente sus costumbres, porque hoy tienen que darlo todo a la hora del aperitivo dominical. Zidane ha cambiado la rutina en los dos últimos días de trabajo y ayer el equipo se entrenó, más o menos, a la hora del encuentro de hoy.

«No sé cómo va a ser, hicimos entrenamientos un poco más cerca de la hora del partido. Para nosotros no cambia nada, veremos luego qué sucede, pero estamos concentrados en jugar a las dos y sólo pensamos en eso», reconocía ayer Zizou, que no tiene por costumbre quejarse. Prefiere afrontar lo que toca con buena actitud y ya ha recordado a sus chicos que después del esfuerzo de hoy tendrán un pequeño respiro, ya que no vuelven a jugar hasta el próximo viernes.

El día deberá amanecer un poco antes para el Real Madrid que en los choques anteriores. Lo aconsejable es despertarse al menos cinco horas antes del pitido inicial, para dejar margen al cuerpo a activarse y alinear los biorritmos. Al levantarse, un café o un té para esperar a las diez de la mañana y hacer un desayuno fuerte. Es el momento de atrapar todos los hidratos de carbono posibles, que después se transformarán en energía durante el partido. Si algún futbolista quiere pasta puede tomarla, aunque eso dependerá un poco de los gustos de cada uno.

Después no habrá tiempo para mucho más, porque tocará escuchar la charla técnica, el once titular, dirigirse al estadio y comenzar con la rutina previa habitual. El Real Madrid se pondrá manos a la obra sólo 62 horas después de haber terminado su compromiso ante el Getafe. En Bilbao se encontrarán 25 grados y una humedad del 52 por ciento, una temperatura parecida a la de la última noche de fútbol en el Di Stéfano, aunque con el añadido del sol, que desgasta más.

El horario es muy habitual para el Athletic, que ya se ha quejado varias veces este curso de estar condenado a disputar sus choques al mediodía. Los futbolistas del Madrid, en cualquier caso, están adaptados a estos cambios de horario y la mayoría tiene experiencia suficiente para que estas cosas no afecten a su rendimiento. Después, lo de la hora ya va en gustos, porque algunos prefieren no tener que esperar todo el día para jugar a las 21 o las 22 horas , con la ansiedad que esto genera, y se sienten más cómodos afrontando el reto casi sin mucho margen para darle vueltas a la cabeza.

Zidane se enfoca en lo positivo, que es el buen momento de su equipo, que está recibiendo menos goles que nunca. Son tres partidos consecutivos sin encajar gol, un mérito de todos en general y de Courtois en particular. «Está demostrando que es un portero grandísimo. No me meto en si es el mejor del mundo, porque cada uno tiene su opinión, pero sus números son impresionantes y me alegro, porque al final estamos todos comprometidos en algo en lo que creemos. Es nuestro portero», cerraba ZZ, que volverá a hacer algunos pequeños cambios en el once, empezando por el obligado en defensa al no estar Varane.