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Fútbol

Real Madrid: lo que nunca le había pasado a Zidane en la Champions League

1.634 días después, Zizou supo ante el Manchester City lo que es caer eliminado en la Liga de Campeones

Zidane y Guardiola se saludan al final del partido entre Manchester City y Real Madrid
Zidane y Guardiola se saludan al final del partido entre Manchester City y Real MadridNick PottsAgencia AP

Zidane dirigió su primer partido de Champions el 17 de febrero de 2016. El viernes, 1.634 días después, el técnico supo por primera vez lo que es quedar eliminado de esta competición. Hasta la caída en octavos ante el Manchester City su hoja de servicios en Europa como técnico era perfecta, de esas que son hasta difíciles de creer. Había pasado tres fases de grupos, nueve eliminatorias y había ganado tres finales. Una racha inhumana que se rompe con esta eliminación en el Etihad Stadium y que confirma que el francés, en la Liga de Campeones, es humano.

Una trayectoria de 41 partidos con 25 victorias, 9 empates y 7 derrotas, las dos últimas frente a los de Guardiola, a los que Zizou dio la enhorabuena y reconoció su superioridad. «Hemos dado todo en el campo, pero a veces no te sale. Perdimos los dos partidos, así que ellos lo merecieron. Hay un rival que ha jugado muy bien», decía Zidane, al que todo el mundo preguntaba por la ausencia de Vinicius en la segunda parte. «Cuando un equipo pierde se buscan cosas, no jugó él porque entraron otros, nada más que eso. Soy el que toma las decisiones», remataba.

Zidane puso una buena nota a su Real Madrid en el global de la temporada, un curso extraño por el coronavirus que cierran los blancos con dos títulos: el de Liga después de remontar al Barcelona y la Supercopa de España que se jugó en Arabia. «Ha sido una temporada excelente, aunque claro que ahora no estamos contentos. Estoy orgulloso de lo que hicieron los jugadores. Lo dimos todo en el campo y la nota final creo que es buena. El 95 por ciento de lo que hicieron mis futbolistas fue bueno», explicaba.

La siguiente pregunta evidente era por el futuro más próximo, porque no sería la primera vez que decide dar un paso al lado después de ganar títulos. «Lo que vamos a hacer el próximo año ya lo veremos. De momento hay que descansar un poco», dijo ante la primera cuestión sobre lo que viene ahora. Se le siguió preguntando y entonces sí que confirmó de alguna manera su continuidad. «Yo estoy aquí, claro. No hay que pensar nada, soy el entrenador del Real Madrid y no hay más cuestiones que hacer en este sentido. Ahora hay que descansar y después volveremos para hacer una gran temporada otra vez», cerraba.

No quiso detenerse mucho el francés en los errores de Varane y sólo le dijo que tuviese la cabeza alta y no se preocupase. La piña del vestuario es una de las fortalezas de los proyectos de Zidane y lo demostró Sergio Ramos que, a pesar de estar sancionado, quiso viajar con la expedición, entrenarse en la previa con el grupo y estar cerca de sus compañeros en la grada.

Desde allí fue un entrenador más, dando instrucciones en todo momento y animando desde fuera. Ahora para el Real Madrid llegan unas pequeñas vacaciones y ver si el mercado se mueve, aunque sea un poco.