Fútbol
Rodrygo: “El Madrid es una escuela diaria, se aprende a ser mejor en todo”
El equipo de Zidane comienza mañana la temporada con el objetivo de revalidar el título de LaLiga. Con solo dos incorporaciones, es la hora de los jóvenes
El campeón de LaLiga vuelve mañana a la competición. El Real Madrid está viviendo el desastre general de la pandemia con solvencia, tanto económica (ha terminado el curso con beneficios, frente a los 98 millones de pérdidas del Barcelona), como con éxito deportivo, al llevarse el campeonato pasado. Pero con sólo dos caras nuevas, sin gasto en fichajes, la sensación es que ha llegado el momento de que los jóvenes den un paso adelante, porque les toca. Odegaard llega para dar otro ritmo a un centro del campo ilustre, mientras que depende de Vinicius y de Rodrygo hacerse un sitio en ataque y dar velocidad y dinamismo al equipo de Zidane. Mañana, ambos podrían ser titulares en el equipo que debute frente a la Real Sociedad.
Rodrygo fue dejando buenas impresiones la campaña pasada, pese a que sólo tiene 19 años. Es una de las grandes jóvenes promesas del fútbol brasileño y el Madrid se adelantó a otros clubes para llevárselo. Fue la temporada pasada cuando se dio a conocer en la Champions League con sus tres goles al Galatasaray en la fase de grupos. Lo recuerda al contestar por escrito a una pregunta.
–¿Recuerda el partido de Champions ante el Galatasaray de la temporada pasada?
–Fue una noche maravillosa, claro. Además, ahora mirando hacia atrás es aún más maravillosa porque nuestro estadio estaba lleno, con nuestra gente....
–¿Con 19 años, cómo es el trato con los más veteranos del vestuario?
–La ayuda de todos es permanente y yo atiendo a los consejos. Somos una familia, aunque ahora el vestuario es una zona cerrada por la pandemia. Marcelo, Casemiro, Sergio... Todos me apuntan lo mejor para acertar. Y yo me siento un privilegiado al tener a todos estos grandísimos jugadores como compañeros.
–¿Qué le pide Zidane?
–El míster siempre me ha mostrado su confianza y también su exigencia. Es un hombre de fútbol, un luchador y un ganador. Tiene muy claro qué es lo que quiere de mí y yo también lo tengo claro.
Rodrygo fue importante en varios partidos de la temporada pasada y demostró que no le pesa la camiseta ni tampoco el escenario del Santiago Bernabéu. Aún había público cuando él debutó con el Real Madrid. Su padre fue futbolista y el fútbol ha sido una constante en su vida. Se ve en su facilidad para adaptarse a las situaciones y su estilo de fútbol. Tiene regate, tiene toque para poner el balón donde quiera desde la banda y tiene capacidad goleadora, algo que Zidane siempre pide a sus centrocampistas. Tiene el ADN brasileño, pero como le sucede a Vinicius, es una nueva generación de futbolistas, más cosmopolita, con menos melancolía de su país y más responsable a la hora de afrontar la vida y el fútbol.
«Puedo parecer un chico tranquilo, pero no, nada de eso. Vivo con mucha pasión y el fútbol lo vivo con enorme intensidad», asegura en unas frases que manda el club.
«Cada jugador tiene su forma de expresarse sobre el césped. Lo más importante es que me siento útil para el equipo con mi forma de desenvolverme», sigue esa frase. En el Real Madrid gustó no sólo su capacidad futbolística, también un madridismo con el que ha crecido. Sorprendió que en un vídeo se le viese cantar el himno del Real Madrid cuando aún vivía en Brasil. Se lo aprendió de oírlo en la televisión cuando se ponía a ver lo partidos de la Champions del conjunto blanco. Le preguntamos por escrito.
–¿Va a ser esta que empieza su temporada?
–La cuestión es si me siento un escalón más preparado, más maduro, más jugador. Cada día me siento más preparado, más maduro y más jugador, sí, pero el fútbol en el Real Madrid es una escuela diaria, en la que cada día, después de cada entrenamiento, se aprende a ser mejor en todo. Tengo 19 años y mi capacidad de mejorar es enorme. Le he escuchado muchas veces decir al míster que aprendió a ser mejor jugador cada día hasta el día de su retirada.
Rodrygo es un jugador de banda y no le importa jugar en cualquier lado del campo, aunque suele partir por la banda derecha. Al final de LaLiga pasada fue una de las opciones de Zidane cuando quería cambiar la dinámica y el dibujo del equipo. Rodrygo le daba verticalidad y, además, le ayudaba a abrir el campo. Si el entrenador veía que el equipo se atascaba por dentro, Rodrygo le ofrecía un cambio completo del plan.
Demostró que puede ser útil. Según una de las frases que manda el club: “Yo enfoco con dar cada día todo lo que tengo, y permanecer atento a todo. Después de cada día de trabajo me pregunto si lo he dado todo, si podía haber hecho algo más en esta acción o en aquélla. Si la respuesta es que sí, entonces hay un problema porque pienso que siempre se puede hacer más. Las cosas pueden salir mejor o peor, pero lo importante es hacer el máximo. Esta es mi meta: dar siempre el máximo y estar siempre convencido de que se puede dar aún más”.
Es una temporada rara, como es rara la situación que estamos viviendo todos. El fútbol y los futbolistas no quedan ajenos a lo que sucede en el resto del mundo. Y más cuando todo parece indicar que el fútbol va a ser, de nuevo, un espéctaculo sin espectadores, lo que le va a restar parte de su atractivo. Eso sí, el Real Madrid demostró el curso pasado que fue el equipo que mejor se adaptó a esa situación. Hay, además, otra variable importante.
–¿Es mejor que esté Messi o era mejor que se hubiese ido y no estuviera?
–No, no me interesa hablar sobre eso. No creo que mi opinión sobre eso sea relevante.
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