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Shakhtar-Real Madrid: ¿la luz o la sombra?

El equipo de Zidane juega en Kiev el penúltimo partido de la Champions sin saber que personalidad va a mostrar: la dominadora o la adormilada

Zidane ve el entrenamiento del Real Madrid
Zidane ve el entrenamiento del Real MadridSERGEY DOLZHENKOEFE

¿El Real Madrid que ganó en Barcelona e hizo pequeño al Inter o el Madrid que empezó dormido contra el Alavés? ¿Qué equipo puede salir hoy contra el Shakhtar en un partido en el que el equipo de Zidane puede dejar sentenciado el pase a la siguiente fase y pelear por el primer puesto o puede complicarse la vida de nuevo? Porque no hay término medio esta temporada para el grupo de Zidane, que busca, sin éxito, la regularidad y sumar victorias y puntos consecutivos para alcanzar cierta calma. «No encontramos nuestra regularidad. En el Real Madrid siempre ha habido momentos de dificultades, pero siempre se han superado. Eso es lo más importante», decía ayer el entrenador francés.

Acabó muy enfadado tras la derrota contra el Deportivo Alavés porque vio que sus futbolistas empezaban dormidos y después eran incapaces de variar el ritmo del encuentro. La felicidad con la que terminó en Milán se deshizo en los primeros cinco minutos del siguiente encuentro. «Ante el Inter dimos una versión muy buena, dominando prácticamente todo el partido, y contra el Alavés, sin ser uno de los peores partidos, te vas perdiendo. El equipo está preparado, tenemos jugadores con experiencia y con ganas de mantenernos ahí arriba», describía antes Nacho.

El problema es que, como Zidane reconocía el sábado no encuentra una explicación para estos cambios de humor tan radicales de su equipo. Descarta que sea motivación, aunque da la impresión de que son los partidos al límite los que de verdad hacen que los futbolistas se concentren. Es una versión del Madrid que ya hemos visto otros cursos: la temporada se le hace larga, pero los día de la verdad responde como nadie. «Claramente noto las ganas que tienen los jugadores, pero hemos tenido cosas raras, como lesiones, y una preparación diferente», decía el entrenador sobre si había un problema de motivación en los miembros de su plantilla. «No creo que sea falta de motivación porque todos intentamos representar lo que significa este escudo, que es salir a ganar todos los partidos. También somos personas, con días buenos y no tan buenos», intentaba poner luz Nacho, el central que otra temporada más empieza a sumar muchos minutos. «Es verdad que se hace raro hacer un partido como el de Milán y luego dar otra cara contra el Alavés en la Liga..

Lo bueno es que en estas dos semanas, todos los partidos que va a disputar el conjunto blanco son decisivos. Este de Champions y el del miércoles siguiente y los tres de LaLiga contra Sevilla, Atlético y Athletic Club. En un esprint corto puede demostrar el Real Madrid la medida de su potencial: «Quedan dos finales en la Champions League y mañana es el partido más importante del grupo porque son tres puntos que nos pueden hacer pasar de fase. Sólo hay que pensar en eso», ya no se sabe si como frase hecha o porque considera que es la mejor manera de alentar a los suyos para que saquen el lado bueno y competitivo.

El Shakhtar ha metido tres goles en los cuatro partidos de Champions. Los tres en su primer día contra el Real Madrid. Después, empató a cero contra el Inter y en su doble duelo frente a al Borussia se llevó seis tantos en su casa y cuatro en su visita a Alemania. El Madrid tiene que demostrar que lo sucedido en su estreno en la competición fue un error y que lo ha solucionado. Ese partido no era vital ni así se lo tomaron. El de hoy, sí.

«Intentamos estar bien defensivamente, que es como se ganan los partidos. Los rivales nos estudian cada vez más y es más complicado. El equipo tiene capacidad para volver a ser fuerte defensivamente. Este no es el camino para ganar títulos, pero estamos haciendo las cosas lo mejor posible para ganar», decía, con sinceridad, Nacho.