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La indignante carta del Barcelona a Setién para justificar que no le paga el finiquito tras despedirlo

Se la mandaron en septiembre y argumentan los motivos por los que dicen que el técnico no estaba capacitado para dirigir al primer equipo azulgrana

Inauguración de la Barça Store Canaletas en las Ramblas
Bartomeu y Quique SetiénQuique GarcíaEFE

El Barcelona y Quique Setién andan a la gresca por el finiquito del ex entrenador, despedido en agosto después de la debacle en la Champions, en la que perdieron 2-8 contra el Bayern Múnich en los cuartos de final. Tenía contrato hasta 2022, con una cláusula porque en 2021 hay elecciones. Lo echaron, pero... “Todavía no me han pagado”, aseguró el entrenador cántabro en “El Larguero” hace unos días. El propio programa de la “Ser” ha tenido acceso ahora a la carta de despido del club azulgrana y los motivos que esgrimen para no pagarle el finiquito. El contenido de la misma es de surrealista para arriba. Indignante, incluso. Se la mandaron el 15 de septiembre, todavía con Josep Maria Bartomeu como presidente, y en ella le dicen que le consideran incapaz para dirigir al primer equipo. Según “El larguero” la argumentación es que no cumplió la promesa que hizo al llegar de que iba a recuperar el clásico estilo de juego combinativo azulgrana y que iba a dar muchas oportunidades a la cantera. “Es público y notorio su falta de liderazgo en el equipo, generando su actitud críticas continuas al ser el segundo entrenador quien parecía dirigir los partidos y los entrenamientos y no usted”, citan literalmente.

Insisten varias veces en la pérdida de confianza de los jugadores, que además hacían pública su disconformidad, y le recuerdan que perdió la Liga cuando estaba líder en el parón tras el confinamiento, que perdió en cuartos de Copa, competición en la que habían jugado ocho de las últimas diez finales, y que en la Champions cayó con la mayor goleada de su historia.

No parece una manera muy elegante de despedir a un técnico que llegó a mitad de temporada, en enero. Ni motivos para no pagarle. Y si la política era esa, el club podía haber hecho lo mismo con los jugadores, que tampoco dieron el nivel que tienen y que se refleja en sus altas fichas.