Entrevista

Maqueda: “Ya hemos superado el luto, ahora hay que ganar el bronce”

El lateral habla de la “unidad en las malas” de los Hispanos tras haber perdido en semifinales con Dinamarca. Queda el partido contra Francia con una medalla en juego: “Sería un gran premio”

Jorge Maqueda considera que ganar el bronce en el Mundial sería "un gran premio"
Jorge Maqueda considera que ganar el bronce en el Mundial sería "un gran premio"MOHAMED ABD EL GHANYREUTERS

El balón de Rubén Marchán se estrelló en el larguero, botó, no entró por un pelo, y ahí se esfumaron las opciones de España de entrar en la final del Mundial de balonmano...

–¿Es de los que duerme después de un partido así?

–No, no. Soy de los que le da demasiadas vueltas, porque, joder, al final no todos los días puedes jugar unas semifinales de un Mundial y te quedas pensando en lo que podías haber hecho mejor. Es fustigarse, porque ya está acabado y no puedes hacer nada, sólo aprender, para intentar no cometer los mismos errores.

Responde Jorge Maqueda, uno de los protagonistas de la que pudo ser una resurrección épica ante Dinamarca. Es el día siguiente y pese a la mala noche, la vida sigue y el camino continúa. «Estábamos muy fastidiados, pero ya hemos pasado el luto», continúa el bravo lateral. Ha habido tiempo, poco, pero suficiente para dejar el lamento atrás y empezar a levantarse, porque lo que queda por delante es suculento. «Este grupo ha tenido la suerte y la desgracia de quedar tercero y quedar cuarto, y sabemos que es un gozo ser tercero, porque te vas ganando. Es un subidón. Es una medalla más», dice Maqueda, uno de los veteranos del equipo, pura nobleza en la pista que intentó levantar el ánimo del grupo nada más terminar. «Dentro de lo que pude, traté de decir a la gente que cabeza alta, que hemos luchado, que no es que nos han ganado de diez. Y que nos queda otra final que hay que ganar por lo civil o lo criminal», explica.

España iba creciendo en el Mundial de Egipto, pero en la penúltima ronda se topó con varios factores: el primero, que delante estaba Dinamarca, la actual campeona del mundo y olímpica, casi nada, un equipazo. Y después, tener un día así como regular. «No jugamos nuestro mejor partido, sobre todo en defensa. Si no estamos bien en defensa no podemos ayudar a los porteros y es difícil. Siempre nos hemos caracterizado por tener una muy buena defensa, por cerrar muchos espacios y anticiparnos, y creo que faltó un poco de anticipación, pero bueno. En un partido con Dinamarca irte a más de 30 goles es un poco suicidarte y pese a ello, tuvimos la oportunidad de empatar, y en la prórroga a ver qué hubiera pasado», analiza el jugador del Veszprem, que, eso sí, hecha la autocrítica, no pone excusas: ”Jugar siete contra seis [táctica danesa que hizo mucho daño a España] es una regla más. A mí no me gusta, porque creo que se le quita esencia al balonmano, pero existe y la gente está en su derecho de utilizarla. No podemos decir: ‘Hemos perdido porque esta norma no debería estar’”; y se queda con la imagen que dieron. «Por muy mal que vaya el partido, esta selección siempre lucha hasta el final, no lo da por perdido, sale el coraje... No jugando nuestro mejor balonmano tuvimos balones para empatar. Se decidió por detalles. La actitud fue sobresaliente», opina Jorge. «Me he llevado una gran alegría cuando hemos bajado al desayuno y todos nos estábamos apoyando los unos a los otros, diciendo que hay que tirar para adelante para conseguir esa medalla. Cuando ganas es fácil estar unidos, pero nosotros somos una piña para lo bueno y para lo malo. Se ve en los momentos malos que estamos todos juntos», añade.

Francia espera por ese bronce, que sería otro metal más en una generación que lleva una década casi siempre en semifinales, unas veces acabando en lo más alto del podio (dos oros europeos y uno mundial) y otras en los siguientes escalones, o incluso fuera. Pero siempre en la lucha. «Hasta quedando cuartos no se nos puede quitar el mérito, sería un buen Mundial, pero somos luchadores y vamos a por la medalla. Un bronce Mundial sería un gran premio», concluye Maqueda.