Atlético de Madrid

Simeone

Carrasco, el “favorito” de Simeone

El belga tuvo que hacer de Lemar en el centro del campo y fue el más activo de los rojiblancos en ataque, pero le faltó el gol en el Camp Nou

Carrasco dispara a portería
Carrasco dispara a porteríaDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El único reproche que hizo Simeone a Carrasco después del partido fue que podía haber disparado antes en una de las oportunidades que tuvo el Atlético. El belga fue el mejor atacante de los suyos, aunque una parte del partido la jugó como carrilero izquierdo. Fue contra el Barcelona en el partido de ida en el Metropolitano cuando estrenó esa posición no tan extraña para él, porque ya le había tocado ocuparla en la selección belga en algún partido. Marcó el gol, además, en el Metropolitano y se convirtió en un arma más para el juego de ataque rojiblanco.

El belga volvió a ocupar el carril izquierdo en el comienzo del partido, pero la lesión de Lemar hizo que pronto tuviera que abandonarlo para jugar por el centro. No se había disputado ni un cuarto de hora cuando tuvo que sustituirlo Saúl. Simeone necesitaba un futbolista de calidad para armar el juego del equipo. Lemar acompañaba como interior izquierdo a Koke y a Llorente en el centro del campo. Y allí se fue Carrasco, que no tiene la visión de juego del francés, pero tiene la calidad y el toque que no tienen otros futbolistas en el equipo.

El cambio de posición de Carrasco habla también de la confianza que tiene Simeone en su plantilla. En el banquillo tenía a cuatro centrocampistas. Dos mediocentros puros como Torreira y Kondogbia, que podían liberar a Koke de un trabajo más posicional, además de Saúl y Herrera, que pueden ocupar cualquier lugar en el medio.

Entró Saúl, pero se fue al lateral izquierdo hasta que fue sustituido por Joao Félix en la segunda parte. Un cambio extraño que devolvió a Carrasco al lateral izquierdo.

Llegan los momentos decisivos y el Cholo limita la confianza a unos cuantos escogidos. Y Carrasco está entre ellos. Saúl sigue estando, pero en un papel muy secundario de «chico para todo». Simeone parece haber perdido la fe en Herrera después de la derrota en Bilbao, a pesar de que el mexicano había sido un importante factor de equilibrio en centro del campo rojiblanco. No ha jugado ni un minuto en los dos últimos partidos y parece borrado de los pensamientos del técnico argentino.

Torreira nunca se ha ganado el puesto y Kondogbia parecía haberlo asegurado tras la victoria en Elche, pero regresó al banquillo y tampoco fue la primera opción cuando hubo que hacer cambios en el medio.

Carrasco siempre es una opción y ya no es una sorpresa en esa posición como fue en la primera vuelta ante el Barcelona, cuando marcó el gol de la victoria después de una mala salida de Ter Stegen. Pero tiene el desborde y la capacidad física que se hacen más necesarios ahora que las fuerzas ya son muy escasas. Lo que más trabajó Simeone en su primera etapa como rojiblanco fue el remate. En el Camp Nou lo intentó, pero le faltó el gol.