Baloncesto

España

72-75 Defender no fue suficiente

Calderón intenta anotar con una bandeja, pero sufre el espectacular tapón de Florent Pietrus
Calderón intenta anotar con una bandeja, pero sufre el espectacular tapón de Florent Pietruslarazon

España se quedó fuera de la final del Eurobasket porque el caos en ataque pesó más que su buen trabajo defensivo. No habrá tercer oro consecutivo, no habrá una cuarta final seguida, España no se situará a la altura de la Unión Soviética y de Yugoslavia... Francia supo rehacerse a los notables dos primeros cuartos de España. Llevó el partido a su terreno, pegó mucho defensa y acertó con el tiro exterior cuando estaba casi moribunda. En la prórroga ejecutó a España porque el bloqueo ofensivo de la Selección fue absoluto. La espesura de los ataques del equipo de Orenga en el tiempo extra convirtió cada posesión en una tortura. La última jugada reflejó el desbarajuste que dominó el juego español ante la defensa francesa. Con la posibilidad de forzar una nueva prórroga con un triple y tiempo de sobra para hacerlo –restaban más de diez segundos– el balón terminó en manos de Marc a siete metros del aro. Su desesperado intentó no evitó lo inevitable. España deberá pelear por el bronce ante Croacia y Lituania o Francia sucederán al equipo nacional en el trono europeo.

Aunque pueda sonar extraño, los 32 puntos de Tony Parker no fueron la sentencia de muerte de España. La defensa al base francés fue más que correcta durante muchos minutos. Ricky, Calderón y Llull se encargaron de hacerle la vida un poco menos cómoda. Parker anotó mucho, pero no fueron canastas decisivas, letales. En la primera parte estuvo atado. Una estampida antes del descanso acabó con él estrellándose contra la defensa española. Fue la imagen que condensó la primera parte. Parker anotó 14 puntos, pero sus defensores le desgastaron, le agobiaron, cada canasta llevaba mucho sudor, de atacarle en su propia pista... Ricky le acosó, Calderón le molestó y Llull fue su sombra. Mientras le aguantó el físico, Francia resistió (23-18, min 11). Sin Parker, Francia se quedó coja y las rotaciones de España funcionaron a satisfacción. Sergio Rodríguez, Aguilar, San Emeterio... Todo funcionaba según lo previsto. La frescura del «Chacho» completó los esfuerzos defensivos (31-18, min. 17). Francia estaba al borde del desquiciamiento y una falta antideportiva de Diaw a Llull, similar a la que cometió Batum sobre Navarro en los Juegos de Londres, era la prueba de que la historia reciente podía repetirse, pero...

Francia fue capaz de reinventarse tras el descanso. La intensidad atrás cambió radicalmente y esa transformación se vio acompañada por un extraordinario acierto desde la línea de tres y todo sin que Parker fuese especialmente protagonista. España no cedió los mandos del partido por la renta obtenida en la primera parte y por las fugaces apariciones de Rudy, pero a medida que pasaban los minutos un equipo le estaba cogiendo el truco al partido y el otro cada vez se sentía más incómodo. Así hasta que cada ataque de España era tan desagradable como una visita al dentista. Francia buscó el contacto permanente, ensució el partido y supo adaptarse mejor al nuevo escenario. Su escalada culminó a dos minutos del final (63-64). Ya no se trataba tanto de ganar el partido como de simple cuestión de supervivencia. En la Selección nadie parecia tener las ideas claras ni dentro de la pista ni fuera. Entre el acierto de Diot, el trabajo atrás de Pietrus y la constante amenaza de Parker, Francia fue capaz de resucitar y forzar la prórroga donde llegó con más claridad de ideas que España. El tiempo extra fue un martirio. Dos tiros libres de Marc fueron lo único que sacó España en claro antes del último minuto. Aún así, el equipo llegó en condiciones de pelear por la victoria o al menos seguir luchando, pero... Claver no se atrevió con un triple, Sergio perdió la lucidez y a Marc le endosaron una pelota que no debía ser para él... Defender no bastó.