Real Madrid Baloncesto
La «bomba» es que no esté en la NBA
Navarro decide el clásico con una actuación digna del mejor Jordan y acerca al Barcelona a la Copa. El Real Madrid se queda sin récord
A los servicios técnicos que decidieron prescindir de él, calabazas. Al técnico que no supo sacar su mejor baloncesto, más calabazas. A Juan Carlos Navarro le sobra calidad para jugar con los mejores, pero hay quien no quiso, o no supo, verlo. En Memphis le tendrán que seguir viendo por la televisión. Navarro recordó al mejor Michael Jordan con una exhibición ante su rival preferido: el Real Madrid. Se merendó a los blancos con 33 puntos (44 de valoración) y brindó una valiosa victoria al Barcelona, que lucha sorprendentemente por no quedar fuera de la Copa.
Llegó el Madrid al Palau Blaugrana con una hoja de servicios inmaculada. Con catorce victorias en catorce partidos. Ganar en Barcelona le hubiera supuesto igualar el mejor registro de la historia y superar la mejor marca bajo el actual formato de competición. Las tenía todas consigo ante un Barça demasiado irregular y lejos de su mejor momento. Pero hace tiempo que el equipo blanco no le coge el truco al vetusto pabellón azulgrana y Navarro se encargó de certificarlo.
El Madrid de Laso es el equipo que mejor ataca y el Barça de Xavi Pascual, el que mejor defiende de la Liga. Estaba obligado el técnico azulgrana a buscar soluciones para frenar el vendaval ofensivo blanco. Amenazó con una defensa en zona en la primera jugada, pero luego se limitó a defender al hombre. La batalla sería en ataque. Y, por excelentes tiradores que tenga el Madrid, cuando Navarro tiene el día no hay nada que hacer. Anotó 10 puntos seguidos en el primer cuarto. Rudy respondió con 12 antes de que sonara la bocina por primera vez. Emparejados en ataque y defensa, las dos estrellas iban a decidir el clásico.
Una canasta de Slaughter al inicio del segundo parcial ponía la máxima diferencia para el Madrid en el marcador en todo el partido (30-34, minuto 14). Un espejismo, porque el Barça se afanó un poco en defensa y anotaba con demasiada facilidad, logrando irse al vestuario con ventaja a pesar del triple estratósferico de Sergio Rodríguez sobre la bocina. Pero Navarro, que se fue a casa habiendo fallado un solo tiro de los 17 que intentó, aún escondía sorpresas en su muñeca, mientras Rudy languidecía poco a poco, más preocupado de protestar y provocar que de jugar.
El Barcelona Regal es el peor equipo de la competición en lanzamientos de tres, pero la visita del Madrid espoleó a los azulgrana, que se guardaron la traca para el final, anotando cinco triples de seis intentos en el último cuarto, para un total de 12 de 21. Algunos vinieron con la firma de Navarro, aunque podrían haberlos firmado Michael Jordan o Larry Bird. Wallace anotaba el 81-66 con uno de esos triples y dejaba visto para sentencia el choque a siete minutos para el final. Una última rafága de orgullo del Madrid culminada con un tiro de Carroll acortó las diferencias hasta el 86-81 (minuto 37). No pasaba nada para el Barça. Bola para Navarro, triple desde más de ocho metros y todo solucionado. A tres segundos para el final, Pascual le sentó y el Palau estuvo a punto de derrumbarse. Navarro lo hubiera vuelto a levantar. Dios salve a Navarro. El baloncesto le necesita. Y el Barça, más.
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