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Cara a cara: ¿Aparecerá el mejor Messi en la final?

Cara a cara: ¿Aparecerá el mejor Messi en la final?
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¿Qué más queréis que haga?; por Jorge D'Alessandro

Leo se coronará rey del siglo XXI en Maracaná, Brasil, y en la final de la Copa del Mundo. No tengo ninguna duda, José Luis. Desde que nació en su Rosario natal, desde que era sólo una pulguita, amasaba y le pegaba al balón soñando, como todo argentino, con el momento que va a tener la suerte de vivir el domingo. Y no va a dejar pasar la oportunidad. Leo va a sacar lo mejor de sí y, apoyado por una guardia pretoriana que lidera Mascherano, intentará que el rey se ponga, por fin, la corona en su cabeza. Además, sabe que Argentina le necesita. Quiere el trono del fútbol suramericano. Quiere el cetro del fútbol Mundial. Su país está esperando al líder. No puede desaparecer ahora. El mejor Messi estará en el campo ante Alemania.

Hiroshima en el medio campo

Decís que está muy lejos de su versión mejorada, José Luis. Pero en esta Argentina, Messi ha cogido el rol de director de juego más que del jugador decisivo que fue en el Barcelona de Guardiola. En la final, en este partido de los partidos, proporcionará mucho más. Y te digo por qué. El medio campo rival le dejará moverse a placer: tanto Kroos como «Schweini» y Khedira, incluso con la ayuda de un cuarto volante como Özil, no tienen el sacrificio de perseguir y robar el balón. Es la zona donde Messi se mueve como pez en el agua y podría provocar un auténtico Hiroshima. Puede poner una bomba en el centro del campo teutón.

El Mundial no es Disneylandia

Siempre estáis los madridistas diciendo que Messi no ha hecho un buen Mundial, pero estáis confundidos. Esto no es Disneylandia. ¿Queréis que se saque balones de la chistera como David Copperfield? Amigo, esto es Brasil 2014. Messi ha sido decisivo en todos los goles de la Albiceleste. ¿Qué más queréis que haga?

Esperando a Leo, capítulo definitivo; por José Luis Sánchez

Jorge, Jorge, Jorge, tu admiración por Messi ciega cualquier juicio objetivo por tu parte. Nos une una fuerte amistad y siempre terminamos enfrascados en este debate irracional desde tu enfoque. A Messi, ni se le ha visto en la fase decisiva. Di María, Higuaín y Romero se disfrazaron del verdadero y único referente para la albiceleste, Maradona, en esta Copa del Mundo. Si hubiese que titular la película de «La Pulga» en Brasil, no cabría otro nombre: «Esperando a Messi». Así llevamos los octavos, los cuartos y las semifinales, donde casi debemos remitirnos al sorteo de campos para acordarnos de una imagen suya. Me sacarás esos cuatro goles de la primera fase, prehistoria de este Mundial. Le queda una bala, la final. Ha llegado al mejor escenario posible, ante el peor rival posible, Alemania. Pensaba, ignorante yo, en ver al capitán de Argentina demostrar más orgullo y compromiso con su verdadero equipo después del ridículo de temporada con el Barça. Me equivocaba con Messi, otra vez. Asustado me quedé, cuando repasé las estadísticas ante Holanda. De los protagonistas, quien menos corrió y se sacrificó, sabes quién era. Ni lo diré. Una más, y van...

Tapando vergüenzas

Siempre se te llena la boca para destapar miserias de Cristiano. Que si una pose, que si es egoísta, pero con Messi cualquier argumento es válido. Llevas desde 2012 esperando al gran Messi. Desapareció. Y el domingo está Alemania. No es Bosnia, ni Nigeria, ni la «todopoderosa» Irán. Deberá correr, pelear, presionar, sacrificarse, palabras inéditas desde hace mucho tiempo en su día a día. A ti te sigue engañando, a mí, no. Querrá la gloria sólo para él. Querrá todos los focos apuntándole, después de estar tres partidos escondido. Incluso podrá ganar la final y hacer un buen partido, pero jamás resistirá la comparación con Maradona. Ese «Pelusa» puso el Mundo a sus pies en dos Mundiales, solito. Querido Jorge, despierta, o seguirás toda la vida «Esperando a Messi».