Doblete del "9"y a siete del Barça

Álvaro Morata está siendo una bendición para el Atlético. Desde su aparición había sumado un gol, le anularon dos (uno de ellos en Champions contra la Juve) y le birlaron ¡tres penaltis! Pero no sólo no se vino abajo ante tanta, llamemos, adversidad arbitral, sino que se ha venido arriba y de qué forma. Ayer sumó en Anoeta dos goles clásicos de «9», vamos, de los que se les pide a un ariete de los de verdad. Ambos llegaron en el primer tiempo a balón parado, pero Morata fue un tormento permanente para la zaga donostiarra.

Corte y confección. El partido se había planteado con la intensidad táctica y física esperada en dos equipos al alza, pero, poco a poco, el Atlético se fue imponiendo porque ahora su delantero centro libera mucho a Griezmann, que se maneja si cabe con muchísima más libertad que antes por todo el flanco del ataque. Tiene variantes ofensivas el Cholo Simeone, mucho más con el regreso de Diego Costa, aunque ayer se le reservó por precaución física. Y en el centro del campo ha recuperado gente que le permite mezclar el corte y confección de Rodri con la polivalencia de Saúl o el toque de Koke. El cuarto elemento fue Lemar, con el que Simeone insiste porque le ve un talento aún por descifrar en el Atlético de Madrid.

Hay Liga. Al descanso se llegó con esa ventaja de los dos tantos y, por tanto, con el partido en el punto de cocción exacto que le gusta al Cholo Simeone. Faltaba por ver si la Real Sociedad sería capaz de remontar y la verdad es que dos tarjetas amarillas a Koke, la segunda evitable, provocaron su expulsión. Un lance que pudo voltear algo el partido, pero el equipo rojiblanco se ordenó perfectamente y las entradas de Thomas por Lemar y de Correa por Morata acortaron los problemas. A siete puntos, pero... hay Liga todavía para el Atlético.