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El Chiringuito de Pedrerol: El arte volvió al Bernabéu

Asensio, con un golazo espectacular y una buena actuación ante Las Palmas, volvió con fuerza para sentenciar el partido e ilusionar de nuevo al madridismo

Asensio celebra el gol que significó el 2-0 para el Madrid
Asensio celebra el gol que significó el 2-0 para el Madridlarazon

Asensio, con un golazo espectacular y una buena actuación ante Las Palmas, volvió con fuerza para sentenciar el partido e ilusionar de nuevo al madridismo.

Merece la pena pagar una entrada por ver jugar a Asensio. Es un artista. Un futbolista incapaz de hacer goles feos. ¡Vaya disparo! ¡Qué potencia! ¡Qué precisión! Qué misil a la escuadra! Aunque ya le marcó dos al Valencia y uno al Eibar, le hacía falta este gol y hacer un buen partido. No estaba siendo el de la temporada pasada y algunos le estaban comparando con Mbappé, el que le iba a quitar minutos. Ayer, cuando el Madrid tonteaba con el 1-0, apareció para sentenciar el partido y reivindicarse.

Presente y futuro

Asensio, al que el Barcelona dejó escapar por regatear tres millones de euros, había dado un paso atrás, pero ayer volvió con fuerza. Es el jugador que más ilusiona al madridismo en estos momentos. A corto plazo y de cara al futuro. Calidad, potencia, gol, velocidad, imaginación, desparpajo, rendimiento, madurez a sus 21 años... lo tiene todo. Se espera mucho de él, y más ahora que al equipo le está costando hacer goles.

Salvaron los muebles

Que se lo digan a Benzema y a Cristiano. Los dos delanteros del Madrid llevan un gol cada uno en Liga. Demasiado poco para dos jugadores de su renombre, su calidad y su palmarés. Ayer solucionaron la papeleta Casemiro, marcando el primer gol de cabeza del Madrid en toda la temporada, Asensio e Isco, el mejor sin duda de la plantilla en los últimos partidos, poniendo la guinda y haciendo daño siempre a la defensa de Las Palmas. El «picha» y el «bro» son los pichichis del Madrid por el momento, con cuatro tantos cada uno.

¡Abraza a Isco, Cristiano!

A Cristiano se lo perdono todo porque es el más grande. Se lo ha ganado. Porque es insaciable, un auténtico ganador. Porque nunca está contento del todo por muchos títulos y trofeos individuales que obtenga. Por lo que ha hecho en el mundo del fútbol. Pero esa carita después del tercer gol no me gusta. Esos gestos sobran. Tiene que ir corriendo a abrazar a Isco, al que le dio la asistencia. Felicitarle por su gol, que es un gol del equipo. Olvidar que no lo ha metido él y alegrarse por una victoria que le hacía mucha falta al Madrid. Es bueno que siempre quiera más, pero no puede obsesionarse. Su sequía es preocupante en Liga, pero en Champions sigue en su línea, acaba de ganar otro «The Best» y en enero va a llevarse su quinto Balón de Oro. Calma, Cristiano.

Divorcio

Otro que sólo lleva un gol en Liga es Benzema. Lo suyo con el Bernabéu parece un divorcio claro. Ese primer balón que le llegó en la posición de delantero centro... no lo puede fallar. Él defiende que es otro tipo de jugador, pero a un futbolista de su talento hay que exigirle que esas acciones acaben en la red.

Tiran del carro

El Madrid necesitaba ganar y el Bernabéu, divertirse de una vez y celebrar una victoria contundente. Sentir que su equipo vuelve a ser fuerte. Ayer le costó bastante arrancar, pero terminó haciendo un buen encuentro que le puede servir para empezar a creer otra vez y venirse un poco arriba. Pero será muy difícil que aspire a algo sin los goles de Benzema y de Cristiano. El Madrid no puede depender de Casemiro, Asensio e Isco para salvar los partidos y ganar títulos. Y son precisamente ellos los que están tirando del carro.