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El chiringuito de Pedrerol: El mejor golpe de Bale

El galés, como en la final de Copa de 2014, lideró en Vallecas a un Madrid sin Cristiano. Está firmando su mejor temporada y será clave en Manchester

Bale volvió a mostrar en Vallecas, rodeado de jugadores contrarios, su inmenso poderío y su enorme calidad para jugar al fútbol
Bale volvió a mostrar en Vallecas, rodeado de jugadores contrarios, su inmenso poderío y su enorme calidad para jugar al fútbollarazon

El galés, como en la final de Copa de 2014, lideró en Vallecas a un Madrid sin Cristiano. Está firmando su mejor temporada y será clave en Manchester

Llegó al Real Madrid hace casi tres años y por suerte no se enteraba de nada esos días, porque sufrió desde el primer momento una campaña nauseabunda en contra. Ha sido uno de los jugadores más maltratados por determinada prensa en los últimos tiempos. Se hablaba mucho de su potencia, pero se despreciaba su calidad para jugar al fútbol. Y Gareth Bale sabe jugar al fútbol, como ha probado tantas veces y como volvió a demostrar echándose a su equipo a la espalda en Vallecas. Sin Cristiano.

- Jugador de fútbol

Lo mismo te marca de cabeza que en jugada personal, de falta o de tiro lejano. O le pone un servicio perfecto con la derecha a Cristiano en el Camp Nou para ganar el clásico. O se pega una carrera descomunal de área a área para robar un balón. O protagoniza una de las carreras más memorables de la historia del fútbol, la que le gana a Bartra en la final de Copa. Bale es un futbolista descomunal. Completísimo. Rápido, potente, con regate y mucho gol. Y, además, un profesional. Y un tipo discreto. Es verdad que sigue sin hablar ni papa de español, pero eso se te perdona si rindes en el campo. Y Bale se parte la cara sobre el césped. Nunca rehúye el protagonismo ni la responsabilidad. Quiere el balón y no se esconde. Encara a los rivales y decide partidos. Aunque debería evitar disfrutar de sus hobbies, como el golf, cuando el equipo se está jugando todo en el tramo final de la temporada.

- Asume su papel

Bale está sabiendo ser un buen segundo de Cristiano. Está asumiendo con toda normalidad su papel de secundario, sin malas caras ni una palabra más alta que otra. Y si no está el portugués, puede ser el líder que pide el equipo. Lo demostró decidiendo esa final de Copa de Mestalla ante el Barcelona y lo hizo el sábado en Vallecas cuando al Madrid se le escapaba la Liga. Es verdad que a veces parece demasiado frío, un tipo sin sustancia en su forma de comportarse y que hace poco por integrarse, como le ha pasado aquí a muchos británicos. Pero en el terreno de juego, cuando hay que justificar lo que vales, se transforma en una bestia casi imposible de parar.

- Aparece en las grandes citas

El galés está completando su mejor temporada en el Real Madrid. Lleva 18 goles y 11 asistencias, una barbaridad. Y, lo más difícil, ha logrado que hasta el Santiago Bernabéu le aclame y se rinda a su fútbol de vértigo. Tiene el reconocimiento del madridismo, de sus compañeros y de Zidane. Y llega a las semifinales de la Champions en su mejor momento, sintiéndose importante con Benzema tocado y Cristiano Ronaldo saliendo de un problema muscular. El Madrid necesita en Manchester a ese jugador que siempre da su mejor versión en los grandes partidos. El Madrid necesita a Bale más que nunca.