El tsunami Paco lo tiene difícil

El presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, fichó a Paco Jémez con la mejor intención para que fuese el mejor regalo de reyes para la afición del «pío pío». Pero el regalo se convirtió en un carbón ácido que dejó un mal sabor de boca contra el Eibar. El conjunto amarillo fue un desastre, con errores graves táctica y técnicamente. Paco llegó cuando él decidió llegar. Según el entrenador, su familia lo necesitaba cerca estas Navidades. Pero el reto sigue estando vivo, a pesar de que la situación está en «chino mandarino». Pero quedan 60 puntos en juego y la grandeza del fútbol permite pensar aún que sí se puede.

Bajonazo

Todo esto necesita una paz y una tranquilidad para poder conseguir el gran objetivo, quedarse en Primera. El presidente ha fichado un técnico con un carácter fuerte, que no se calla ante nada ni ante nadie y que en su carrera ha hecho cosas buenas y otras menos buenas. Pero lo que tengo claro es que no va a arrojar la toalla, aunque sus primeras declaraciones han dejado un bajonazo en la afición: «Mientras no sepamos defender, no podremos competir en Primera División».

Afición de Primera

Así es el técnico cordobés, sin pelos en la lengua. Pero Paco también debe saber que ha venido a salvar al equipo. Y no puede dar marcha atrás. En la isla, alguno ya comenta que «ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio». Los jugadores están nerviosos, la afición, desanimada y el nuevo técnico en su línea rajadora, además de haber entrado con la guadaña prescindiendo de algunos jugadores. Además, se ha perdido a Vitolo, que ya está a las órdenes de Simeone en el Atlético.

En cualquier caso, Las Palmas y su afición se merecen seguir siendo de Primera. Suerte a todos.