Fútbol
Tira tira: El agujero negro que deja el charrúa
El Atlético empató (1-1) con el Sevilla, pero la tarde estuvo «uruguaya» en el Metropolitano en el adiós a Diego Godín, jugador emblemático de esta última época del Atlético. Hablamos del capitán que ha ejercido además como la prolongación del Cholo Simeone en el campo con su «garra charrúa», como explicó el amigo Petón la pasada semana en «El Chiringuito» en su maravillosa llave de homenaje a uno de los mejores centrales de la última década. Godín deja un enorme socavón en la estructura orgánica del «cholismo» y no digamos si al final también se va Griezmann. Eso sería todo un «agujero negro» para el futuro inmediato. El Cholo ayer dejó caer que hay «una parte individual en Antoine que no podemos controlar». Ojo.
Aquel gol del Camp Nou
Más allá de idas y venidas de una negociación que no ha llegado a buen puerto y que va a hacer que a sus 33 años, y tras nueve temporadas, se marche al Inter con un suculento contrato por tres años, el uruguayo se ha ganado a pulso el cariño que le brindó una hinchada rojiblanca que ya le tiene en su santoral. Un futbolista único, profesional hasta la médula, insustituible en la defensa y en el vestuario. De Godín no solo vamos a recordar su histórico testarazo que calló al Camp Nou en la última Liga que ganó el Atleti, sino su personalidad, coraje y corazón... y lo que conlleva de negativo su marcha. Que ésa es la cruz.
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