«Le dije a Eufemiano que abandonara el ciclismo»

Manolo Saiz se confiesa amigo de Eufemiano Fuentes. Sólo eso, la amistad y una deuda pendiente parecen haberlo llevado ante la jueza Julia Patricia Santamaría. Nada más.

Manolo Saiz se confiesa amigo de Eufemiano Fuentes. Sólo eso, la amistad y una deuda pendiente parecen haberlo llevado ante la jueza Julia Patricia Santamaría. Nada más. "No tengo ninguna relación profesional con el señor Fuentes desde 1991", asegura. En esa época, Saiz era el director deportivo del equipo Once y Eufemiano, su médico. "Desde entonces nohe vuelto a estar con un ciclista en presencia del doctor", añade. Sin embargo, sí había algunos de sus corredores que recurrían a los servicios de Eufemiano. "Roberto Heras insistió varias veces para que le permitiera continuar trabajando con él. Y después de su insistencia, accedí. Pero no sé si de verdad trabajaba con el doctor Fuentes. Pasa como con los hijos, a veces accedes a que hagan algo, pero no sabes lo que ellos hacen después". relata. Algo parecido sucedió con Marcos Serrano y Ángel Vicioso. Ellos eran los únicos tres ciclistas a los que permitió trabajar con Eufemiano. Aunque unos minutos y algunas contradicciones después, admite que él mismo medió para que Fuentes se hiciera cargo de la preparación de Isidro Nozal.

Saiz está relativamente tranquilo. Se le acusa de un delito contra la salud pública, pero niega haber hecho transfusiones a sus corredores. "No sabría", responde. Tampoco les ha dado medicamentos caducados o en mal estado. Pero queda la deuda, esos 60.000 euros que Eufemiano asegura que Saiz se comprometió a pagar, aunque la deuda no era suya. "Era una deuda de la ONCE. Me comprometí a pagarla porque me siento responsable de todo lo que sucedía en el equipo ONCE", afirma. Y añade que la deuda está reclamada en un juzgado, aunque no sabe mucho más porque "eso lo lleva la gestoría". Pero tampoco era la deuda lo que llevó a encontrarse con el doctor Fuentes en mayo de 2006. Tampoco un futuro proyecto común, como asegura el doctor. "Eufemiano tenía una hija enferma y me pidió que interviniera, aprovechando la buena relación que sigo manteniendo con la ONCE, para que continuara en la organización", explica. Fue él mismo el que consiguió que la niña, con un cáncer que le afectaba a la vista, entrara en la organización de ciegos. Fue eso, la amistad, lo que le llevó a aquella reunión fatal. Y la amistad fue lo que le impulsó a recomendar al doctor que se alejara del ciclismo. "Le dije que lo dejara porque el ciclismo estaba muy mal. Le recomendé que se centrara en sus otros deportistas", dice. Porque Saiz sabía que Eufemiano dominaba otras disciplinas. Por eso, el subconsciente casi le lleva a identificar en el sumario las iniciales R.SOC con la Real Sociedad de fútbol. Pero su abogado le frenó.

Antes, ha declarado Vicente Belda, antiguo director deportivo del Comunidad Valenciana. Belda, muy relajado, como si no tuviera la tensión de sentirse acusado, negó cualquier relación de Eufemiano Fuentes con su equipo después de 2002. Si tenía planificación de su equipo, sería porque Yolanda, la hermana de Eufemiano, era su directora médica. "Entre hermanos se pedirán consejo", supone. Pero prefirió centrarse en su situación, "sin trabajo desde entonces y pendiente de recibir un subsidio de 400 euros". Y sin que nadie le preguntara, atacó a Jesús Manzano, como había hecho Fuentes en su declaración. Manzano, corredor del Kelme entre 2000 y 2003, el mismo equipo que luego patrocinó la Comunidad Valenciana, fue el primero en destapar el dopaje en el ciclismo español. Eufemiano lo acusó de consumir cocaína. Belda dice que lo despidieron por indisciplinado. "El penúltimo día de la Vuelta lo encontramos en su habitación con una señorita que no era su compañera habitual", cuenta. Como ya hizo en la declaración de Fuentes, el abogado del ex ciclista solicitó a la jueza el testimonio para poder emprender acciones legales contra Belda cuando termine el juicio.