Champions League
De los pitos a CR a los pitos al VAR
Cristiano, casi invisible, recibió la ira de los hinchas, como el videoarbitraje por el gol anulado a Morata.
Cristiano, casi invisible, recibió la ira de los hinchas, como el videoarbitraje por el gol anulado a Morata.
Alas 20:23 se dejó ver Cristiano Ronaldo por primera vez en el Metropolitano. La Juve salió a calentar y en ese momento él era uno más. A las 20:45 cantaron por los altavoces la alineación del equipo italiano y Cristiano dejó de ser como el resto. A su nombre le acompañó una pitada enorme, como durante el partido cuando tocaba la pelota. Pero era tan poco lo que estaba ofreciendo el campeón del Calcio que hasta el Wanda pareció olvidarse del portugués durante un rato, hasta que se retorció por una falta de Juanfran que no se pitó. Ahí enfureció al estadio. Empezaron los insultos y le recordaron que tenía que pagar a Hacienda. Éste fue el cántico más seguido; después, ya con los gritos más centrados sólo en un sector del estadio, le desearon la muerte y le llamaron «violador». Todo muy desagradable. Tampoco fue elegante la respuesta del futbolista, haciendo con la mano el gesto de que él ha ganado cinco Champions.
La Juve había conseguido con su juego que los seguidores del Atlético pasaran del enemigo, que ayer lo era por partida doble: por ser rival y por su pasado. Con la camiseta del vecino, Ronaldo logró marcar 22 goles al Atlético, algunos de ellos en cuatro eliminaciones consecutivas de la Liga de Campeones. Pero la «Vecchia Signora» estaba teniendo también el mérito de aburrir a su estrella. El primer balón que tocó fue un pase atrás a Bentancur. Se movía CR por todos los lados del ataque para terminar incorporándose al área en busca del remate, aunque su único tiro en la primera parte fue una falta muy lejana a la que respondió Oblak a la perfección. El «diablo» no daba miedo en ese momento. Intimidó con alguna carrera por el costado zurdo, donde se instaló más justo después del descanso, pero su segundo intento ante Oblak se marchó muy desviado. Su amago de aparecer en el partido se fue esfumando.
Cuando realmente dejó de lado el público a Cristiano fue cuando el VAR entró en acción de forma decisiva. Marcó Morata y el Metropolitano estalló. Protestó la Juve, entre ellos CR. El alemán Zwayer pidió calma, lo fue a revisar y decidió que el delantero había empujado a Chiellini. El colegiado centró la ira de los seguidores locales desde ese momento, hasta que Giménez anotó el primer tanto y ya estaba todo bien, incluso la tecnología. Con el segundo de Godín, el Wanda ya fue una locura.
✕
Accede a tu cuenta para comentar