Boxeo
Demasiado sufrimiento
Maravilla Martínez se fue a la lona dos veces antes de revalidar su título de campeón del mundo ante Murray
Maravilla Martínez se fue a la lona dos veces antes de revalidar su título de campeón del mundo ante Murray
Sufrió «Maravilla» Martínez más de lo que imaginaban las 40.000 gargantas que llenaron la cancha de Vélez. El Fortín se había convertido en un ring de boxeo para ver el regreso a casa de la estrella argentina. Pero Martin Murray, el inglés que esperaba enfrente, era algo más que una parte del decorado. Martínez se fue a la lona en el octavo asalto, un aviso de lo que podía sucederle en cualquier despiste. La izquierda de Murray le hizo daño y tuvo que esperar ocho segundos de la cuenta de protección antes de poder levantarse. Martínez repitió caída en el décimo asalto. La ajustada decisión de los jueces al final –115-112 fue la puntuación de los tres– demostraba que al argentino no le sobraba nada para retener el cinturón de campeón.
Los ocho años que separan al campeón (38) del aspirante (30) se notaban. Martínez sigue siendo uno de los mejores, pero los años duelen. Terminó con la mano izquierda rota y la rodilla dolorida. Heridas de guerra no acostumbradas para el rey del «peso mediano», como dicen en Argentina. Pero Martínez peleaba con algo más que la fuerza de sus puños. «Por el honor y la gloria», decía el cartel anunciador del combate. Y por eso peleaba el argentino, por demostrar a su gente que sigue siendo el mejor. Para él, era eso, para los aficionados era algo más, era otra venganza por las Malvinas, una guerra que se repite cada vez que un inglés y un argentino se cruzan en cualquier deporte.
Los aficionados respondieron, desafiando a la lluvia, que hizo que el combate se adelantara dos horas al horario previsto. Martínez confiaba en la ambición de su adversario y le dejó hacer, permitió que tomara la iniciativa. Hasta que le mandó al suelo en el octavo asalto. Resistió Martínez, volvió a recibir el cinturón con el que el Consejo Mundial le reconoce como campeón y el estadio, ya sin nada que temer, estalló. «Argentina, Argentina», gritaba el boxeador, al que paseaban a hombros para recibir el homenaje de su gente.
Descansará hasta el próximo año
«Es muy difícil presionar y atacar con una mano rota. Necesito un descanso, creo que me lo gané», decía Maravilla Martínez después del combate. Se había roto la mano izquierda durante la pelea y boxeó mermado durante varios asaltos. «Son gajes del oficio, pero acabo de vivir el mejor momento de mi vida», aseguró. Hacía más de 10 años que no peleaba en Argentina. Ahora, descansará hasta el próximo año. Ya, con 39 años, disputará la pelea que, según su mánager, «puede ser la última».
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