El Tottenham liquida al Ajax

Cinco minutos y Lucas Moura bastaron para ilusionar al Tottenham y clasificarse para su primera final de Liga de Campeones. El brasileño marcó dos goles casi de manera consecutiva para dar una nueva vida a su equipo y a una semifinal que parecía acabada desde el comienzo del encuentro. Lucas fue a la remontada con la fe del que cree sin fisuras. Porque sólo la fe le llevó a perseguir un balón que quería Delle Ali para mandarlo a la red. Y de la misma manera persiguió la pelota que despejó Onana después de un remate de Llorente para marcar el segundo. El portero del Ajax se enredó entre las piernas de Schone, que llegó para molestar y permitió que Lucas rematara después de un regate increíble. Era fe y era sobre todo fútbol.El ejemplo del Liverpool servía al Tottenham, que afrontaba el partido más importante de la temporada, otra vez, sin Harry Kane. Pero el brasileño es algo más que un suplente. Es una estrella que no ha tenido en Europa la trayectoria que se esperaba. Pero sigue reclamando su sitio.

Sólo el acierto de Onana retrasó la remontada del Tottenham. El guardameta del Ajax ha ido mejorando su nivel a medida que su equipo avanzaba rondas en la competición y fueron varias las veces que las esperanzas del equipo inglés se estrellaron contra él. El Ajax terminó recurriendo al acierto de su portero cuando se imaginaba un final mucho más cómodo. La entrada de Llorente en la segunda mitad contribuyó a la incomodidad del equipo holandés. El español, que ya fue el héroe del Tottenham en los cuartos de final contra el Manchester City, bajaba todos los balones que le llegaban para que jugaran sus compañeros y daba ventaja a su equipo en los córners. Un toque suyo de cabeza después de un saque de esquina se convirtió en un pase para Vertonghen, que a punto estuvo de marcar en dos ocasiones. Pero ahí estaba Onana otra vez para frenar al Tottenham.

El Ajax, que deseaba un partido abierto acabó metiendo un central más en los minutos finales para contener. Entró el argentino Magallán por Van de Beek, que apenas tuvo oportunidades para llegar. No había espacios para que apareciera. Tampoco antes de que el Ajax acabara buscando una salida de su área. Los holandeses se habían sentido finalistas demasiado pronto, con el gol de cabeza de De Ligt después de un córner lanzado por Schone. Habían pasado cinco minutos de partido y obligaba al Tottenham a marcar dos. Y poco después de superada la media hora, el Ajax aumentaba la distancia con un gol de Ziyech. Van de Beek, que había comenzado la jugada, se abrió para despejar la zona por la que andaba el marroquí y ayudar a Tadic a encontrar el pase con facilidad.

El Ajax sólo volvió a ser el Ajax por momentos en la segunda mitad. Fogonazos que acababan despejados por Lloris o en el poste, como el disparo con el que Ziyech terminó un contraataque que hubiera servido al Ajax para vivir con tranquilidad los últimos minutos. Pero el Tottenham estaba vivo. Y Lucas volvía a aparecer cuando el tiempo se agotaba. Llorente bajó otro balón, Delle Ali vio a Lucas en el área y su disparo llevó directo al Tottenham a la final de la Champions después de tocar en De Ligt. Otro héroe inesperado para una final que nadie imaginaba.