Champions League

Bilbao

El ataque perfecto

Bale remató con la izquierda su segundo gol de la noche después de recibir un pase de Sergio Ramos
Bale remató con la izquierda su segundo gol de la noche después de recibir un pase de Sergio Ramoslarazon

«¿Habéis visto? Tiquitaca portugués, tiquitaca portugués», decía Cristiano Ronaldo a los periodistas en el entrenamiento que el Madrid dejó abierto a la Prensa hace unas semanas. Un adelanto de lo que iba a suceder ayer, aunque el tiquitaca en el Veltnis Arena fuera «francoportugalés», entre Benzema, «CR» y Bale, para destrozar y bailar sobre la maldición del Real Madrid en Alemania.

La electricidad fluyó entre los tres atacantes y a la defensa del Schalke le llegaron por todos lados. Por ejemplo al central Matip, que se quedó parado delante de Ronaldo con la intención de cortar la corriente... Pero se electrocutó. Cristiano dio un fogonazo, un amago con una pierna. Después otro con la otra. Pasó ambas por encima de la pelota y finalmente se escapó hacia su lado izquierdo a toda velocidad. El defensa dio una patada al aire donde un segundo antes había un balón. Disparó Ronaldo cruzado con la zurda y estalló. El gol que tanto había buscado en la primera parte llegó por fin en la segunda. Paz para Cristiano, que parece no quedarse tranquilo hasta que marca. Ayer, con más motivo, porque llevaba tres partidos viendo a su equipo desde la grada por la sanción de Bilbao. «Lo pasado, pasado, pero no lo merecía», insistía ayer el «7». Tenía ganas el luso de volver e incluso en algunos momentos se le vio desesperado. En una maniobra parecida a la del gol, se encontró con el poste. Después, en dos ocasiones con Fährmann, el portero, que cerró bien los espacios. Hasta que encontró el premio. «Ha parado muy bien [y eso que se llevó seis], pero he creído en mí», reconoció. «CR» maldecía y se enfadaba, aunque sus compañeros ya estaban haciendo un buen trabajo. Primero Benzema y luego Bale habían marcado, aunque lo mejor fue que el funcionamiento colectivo estaba siendo extraordinario. Xabi mandaba, Modric movía, Di María corría en ambas direcciones, Karim hacía de todo... La orquesta madridista sonó ayer de fábula y Cristiano quiso contribuir porque después de marcar, pese a que la eliminatoria y el partido estaban resueltos, Ancelotti lo mantuvo en el campo para que terminara de saciarse. Repitió y con once tantos se sitúa como máximo goleador de la Liga de Campeones, uno por delante de Ibrahimovic.

Su segunda diana llegó tras un pase de Benzema, para mostrar la perfecta sintonía de los tres atacantes blancos, ayer de naranja. Entre ellos, se repartieron los seis goles y todos quedaron contentos. Dos para cada uno. Y todos participaron y se interconectaron en cinco de ellos. La excepción fue el segundo de Bale, que llegó tras un centro de Ramos al espacio que el galés tan bien explota. En el resto... Benzema marcó a pase de Cristiano, que había recibido el balón de Bale. Bale hizo diana tras juntarse con Karim, que había robado la pelota. Cristiano marcó después de combinar con Bale en su primer tanto y más tarde con una asistencia perfecta de Benzema. Y el francés hizo su segundo gol después de otra conexión con «CR». Un ataque perfecto. Demoledor. El Real Madrid tiró en 21 ocasiones, doce de ellas a los tres palos. «Los de delante hicimos nuestro trabajo, que son los goles, pero todo el equipo estuvo muy bien», admitía Cristiano. «Bale ha tenido más confianza y puede ser su mejor partido de la temporada; Benzema ha ayudado con los goles, en la posesión y con asistencias y Cristiano tenía mucha ilusión y se había preparado muy bien», definió Ancelotti, que está tranquilo con este tridente.