El Bernabéu ya no asusta

El Madrid ha perdido cuatro partidos esta Liga. Tres de ellos han sido en casa.

El primer empate contra el Valencia, en el segundo partido de Liga, se consideró un accidente. El equipo estaba jugando bien, el encuentro del Madrid fue bueno y la pérdida de puntos, sólo una cuestión de mala suerte. Quizá, visto con perspectiva, esa forma de mirar estaba equivocada. Se paró la Liga para que jugasen las selecciones y llegó el Levante al Bernabéu. Y sacó otro empate. Acababa de empezar la Liga y el conjunto de Zidane se atascaba en su casa. Era malo, pero no parecía grave, tampoco había que darle mayor importancia.

Sin magia en casa

Fue el Madrid a Anoeta y ganó de manera convincente, dando la sensación de que tenían razón quienes pensaban que los dos tropiezos en casa eran una cosa pasajera, una relajación menor, nada a lo que darle muchas vueltas. Entonces llegó el Betis, en el quinto encuentro de Liga, el tercero en casa, y ganó. Aquello sí que empezaba a ser preocupante. El Santiago Bernabéu es un estadio en el que los equipos, al principio miran con asombro hacia arriba y las gradas no se acaban nunca y después intentan resistir sin mayor ambición para no salir muy mal parado. El objetivo tendría que ser no recibir una goleada excesiva que pueda golpear la moral para los siguientes partidos. Sin embargo, en los tres primeros encuentros como local, el Madrid no había ganado.

Falta épica

La temporada pasada, el Madrid empató cuatro choques en casa y sólo perdió uno: contra Messi. Hasta en los encuentros que se complicaban, siempre quedaba la esperanza del gol de Ramos en el último segundo para ganar el choque y seguir vivos. El duelo del sábado pasado, hace un año, se hubiera ganado. El Madrid tuvo un saque de esquina a favor y en vez de rematarlo con peligro, propició el contraataque que dio el tanto de la victoria al Villarreal Agobiado por la necesidad, hasta la épica, que tanto depende de la confianza del grupo, se ha vuelto en contra y cuando el Madrid intenta llevarla a cabo, se encuentra con que los rivales aprovechan los huecos que los intentos de gesta dejan en la defensa.

Espejismo

Después del Betis, el Madrid sí que consiguió encadenar una racha de victorias en casa con las que frenar la intranquilidad. El Espanyol, el Eibar y Las Palmas se marcharon del campo madridista sin marcar un tanto. Más opciones tuvo el Málaga de Míchel, que dio la cara y marcó dos tantos, pero se llevó tres. El mejor momento fue el choque contra el Sevilla, que despertó el entusiasmo. Quizá ese 5-0 fue el mejor partido del Madrid esta temporada. Pero fue un espejismo. Llegó el Barcelona y ganó en la segunda mitad. Y el Villarreal lo mismo. El Madrid ha perdido 4 partidos, 3 en casa.