Fútbol
El guiño de Cristiano
El portugués mandó un mensaje público en favor de Rafa Benítez, pitado por el Bernabéu en los dos últimos encuentros. La adaptación a su método no ha sido fácil, pero la plantilla cree en él para encabezar la recuperación.
Cristiano no habla mucho, pero cuando lo hace, el madridismo escucha atentamente. Después de sus cuatro goles ante el Malmoe, que le convierten en el futbolista que más ha marcado en una fase de grupos de la Liga de Campeones, se puso ante los micrófonos y le hizo un guiño al banquillo, una de las zonas del Bernabéu más criticadas en este comienzo de temporada. «Hay que dar tiempo a la gente para trabajar. En mi opinión Benítez está haciendo un buen trabajo. Ser entrenador del Real Madrid es muy complicado. No empezamos de la forma que queríamos, pero no es sólo culpa del técnico, los jugadores también la tenemos. Poco a poco estamos mejorando y está haciendo un gran trabajo», afirmó Ronaldo, que, con un puñado de frases, le lanzó un balón de oxígeno al «jefe» del vestuario, aterrizado bajo la alargada sombra del carisma de Ancelotti.
Los futbolistas estaban encantados con el anterior responsable por su forma de llevar el día a día y la relación con los futbolistas. Todos los que tuvieron oportunidad apostaron públicamente por su continuidad y la complicidad entre las dos partes se vio en las victorias, cuando varios jugadores irrumpieron en la rueda de prensa del italiano tras la final de Lisboa, y cuando las cosas se torcieron a comienzos de 2015 con la derrota en Valencia. «Carletto» siempre tuvo de su parte a la plantilla, algo que se ha puesto en duda en la «era Benítez». Rafa no tiene la misma empatía y su personalidad es distinta. Vive más pendiente de la pizarra y la adaptación a sus métodos no ha sido fácil. El madridismo le culpó del empate en el Calderón, acusándole de mandar al equipo hacia atrás, y la debacle del Clásico no le ayudó. En los dos últimos encuentros su nombre ha recibido pitos al sonar por megafonía y por eso el «7» le lanzó un salvavidas públicamente. Algo parecido han hecho Ramos y Marcelo en los últimos tiempos, los otros capitanes. Más allá del error administrativo de la alineación de Cheryshev en Cádiz, el Madrid ha encadenado cinco triunfos seguidos, que han servido para recortar dos puntos al Barcelona y decretar un cierto estado de optimismo. El Malmoe no es un termómetro fiable por su bajo nivel, pero detrás de esos ocho goles puede haber un punto de partida. Cristiano recuperó el instinto y el humor, Benzema demostró que su buena forma y su versión más «killer» ante el gol no se han resentido por los problemas extradeportivos. Marcelo está recuperado y descansó antes de Villarreal, mientras que James ha olvidado sus problemas físicos y protagoniza la mayoría de acciones de peligro en ataque. Pequeñas cosas que el Madrid quiere unir para remontar un arranque titubeante y a las que Cristiano ha querido incluir, con sus palabras, al técnico. Un entrenador con fama de obseso de las rotaciones, que ya ha comprendido que no están hechas para «CR7», que nunca descansa ni tiene pereza. El portugués no se ha visto afectado por la plaga de lesiones, pero reconoce su bajón de rendimiento por algunos problemas personales.
A medida que los lesionados van recibiendo el alta aumentan las alternativas del técnico, que se ha quejado de no haber tenido la posibilidad hasta ahora de disfrutar de todos sus elementos al completo. Ahora esto está a punto de suceder, ya que con Ramos y Marcelo de vuelta sólo quedan Varane y Carvajal en manos de los doctores. Los tiene a casi todos y más enchufados que nunca. El espíritu mostrado frente al Malmoe y los primeros 45 minutos frente al Getafe son el camino a seguir y la mejor forma de responder a la fama de defensivo que algunos ponen a Benítez. Esas dos ventanas de buen fútbol son más elocuentes que las cifras de remates a puerta u ocasiones de gol con las que se protegía al comienzo.
El juego es el mejor aval junto a las palabras de la gran estrella, que de paso hizo feliz al madridismo confirmando que no tiene previsto abandonar el club antes de que finalicen los dos años de contrato firmados. «La clave del éxito como entrenador es tu relación con los jugadores. Grandes equipos y grandes jugadores tienen éxito cuando el ambiente es el correcto. Deben divertirse en su trabajo y sentirse libres para mostrar su talento», decía Ancelotti el otro día, y en eso andan los futbolistas y el técnico del Real Madrid como vía para la recuperación. Villarreal mide el domingo el grado de mejoría de los blancos, que tendrán después dos partidos en casa (Rayo y Real Sociedad) como cierre del año en Liga. En enero espera Mestalla, igual que en 2015, antes de que la felicidad se escapara.
✕
Accede a tu cuenta para comentar