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El Madrid empata en Roma y ya mira hacia la Liga

ZZ volvió a probar con el sistema de tres centrales y dos carrileros largos y la verdad es que la prueba no fue del todo satisfactoria

Bale disputa un balón ante Federico Fazio
Bale disputa un balón ante Federico Faziolarazon

La pretemporada del Real Madrid ya es historia y como siempre sucede, será la competición la que decida el futuro del proyecto de Zidane. Los blancos cerraron en Roma un verano de tonos grises y dentro de seis días espera el Celta de Vigo para calibrar exactamente cómo está el equipo. Si gana en Balaídos estará perfectamente y si empieza con tropezón se confirmarán los temores. Pero al Real Madrid lo que le gusta es competir y desde la vuelta de Zidane es la primera vez que va a poder hacerlo realmente. Su vuelta fue ya cuando la temporada estaba terminada y en verano, al grupo le ha costado engancharse en cuanto a intensidad. Los experimentos ya han terminado y el técnico está convencido que la cara de los suyos cuando estén en juego los tres primeros puntos ligueros será la buena.

ZZ volvió a probar con el sistema de tres centrales y dos carrileros largos y la verdad es que la prueba no fue del todo satisfactoria. Menos es más en este caso, porque el Real Madrid fue claramente un conjunto más equilibrado cuando volvió a los cuatro futbolistas en el fondo. Ocupó mejor el campo y dominó en una segunda parte en la que pudo sumar un nuevo triunfo en pretemporada. El trofeo que estaba en juego en Roma lo perdió en la tanda de penaltis, porque Marcelo estrelló el último en el larguero.

El lateral brasileño podría ser un buen ejemplo para explicar al Real Madrid de los primeros 45 minutos. Un bloque desajustado en defensa que vivió de dos fogonazos en ataque. Uno del propio Marcelo, que volvió a recordar a su mejor versión ofensiva en algunos momentos. Y un cabezazo de Casemiro en un balón colgado, porque el centrocampista se multiplica cuando al Madrid no le funcionan las cosas. Es vital en la contención y se anima en el área contraria, donde ha marcado goles importantes en los últimos cursos. El de ayer servía para adelantar a los blancos, que pronto volvieron a la igualdad con el obús de Dzeko.

El Madrid del 3-5-2 fue peor que el del 4-4-2, incluso con el carrusel de cambios que llegó tras el descanso. Fue un equipo algo más convincente. Hazard cerró discretamente la pretemporada y lo mismo sucedió con Benzema, penalizados ambos por un esquema que no funcionó. Vinicius tuvo sus minutos y trató de aprovecharlos. Antes del choque colgó un mensaje algo pesimista en las redes sociales. «Esperando ver en algún momento la luz al final del túnel», escribía Vini, que claramente ha perdido frescura e importancia después de las vacaciones. Jugó más tirado a la derecha, mientras que en la izquierda reapareció Bale.

El galés entró en la convocatoria después de su ausencia en Salzburgo, mientras James y Mariano se mantenían ausentes. No es seguro que algo haya cambiado en la situación del dorsal 11, pero lo cierto es que Zidane volvió a darle una oportunidad y el futbolista estuvo bastante bien. Fue el que más cerca estuvo de hacer el tanto de la victoria. La duda ahora es saber si se queda y va a contar o el viernes que viene se va a quedar fuera del vuelo a Vigo.

Modric frotó la lámpara para asistir a Marcelo en el primer tanto y dejó una actuación muy completa en los dos sistemas que utilizó Zidane. Las conclusiones para el francés son bastante claras: con tres centrales y dos pivotes defensivos el equipo fue más vulnerable que con el 4-4-2. Una buena pista para el guión a seguir en la puesta de largo ante el Celta. La pretemporada queda atrás y las conclusiones mejor dejarlas para cuando estén los puntos en juego. Zizou ha querido verlos a todos y la puerta todavía la tiene abierta tanto para las despedidas como para las llegadas. El ida y vuelta de Van de Beek le vendría bien al Madrid y lo de Neymar podría ser una inyección de ilusión importante. Mientras llegan o no, toca ponerse en marcha.