El Yin Yang de Garbiñe

El «efecto Conchita» ya se ha notado en Garbiñe Muguruza. El primer torneo en el que han actuado juntas, en Doha, la española se plantó en la final, aunque no pudo con una de las jugadoras más en forma del momento, Petra Kvitova (3-6, 6-3 y 6-4). La checa firmó ayer su duodécimo partido consecutivo con victoria (venía de ganar el torneo de San Petersburgo y sus dos compromisos de la Copa Federación) tras remontar a Garbiñe, limitada también por unas molestias en la rodilla izquierda. Al comienzo del tercer set pidió la presencia del fisioterapeuta, que le vendó la rodilla izquierda. Pese a todo, lo siguió intentando. «Veo que puedes, pero no sólo empujes la bola, cógela por abajo y tira», le aconsejaba Conchita. No le dio para recuperar el «break» que Kvitova le hizo justo después de que notara las molestias. La jugadora checa, que llegó a ser número dos del mundo, alcanzó el título 22 en su carrera, volverá hoy al «top 10» y confirmó que definitivamente está preparada para competir entre las mejores después del desagradable incidente que la tuvo parada durante la primera mitad del año pasado: entraron a robar a su casa y le acuchillaron en la mano izquierda.

Garbiñe, por su parte, sigue con su Yin Yang particular: una parte buena y otra mala. Se lleva la preocupación de su rodilla izquierda («Nunca había tenido nada en la rodilla, así que veremos», aseguró), pero también la grata sensación de haber vuelto a una final. Los problemas físicos son una constante en su corta carrera y a veces el motivo que le impide tener continuidad. De cualquier manera, la lucha por el título confirma que la sintonía de la tenista con Conchita Martínez es muy buena. En su anterior colaboración conquistaron nada más y nada menos que Wimbledon. Ahora, estarán juntas al menos en Dubái, Indian Wells y Miami, si es que «Garbi» no tiene que parar un tiempo por la rodilla. En Doha ha sido la primera vez en todo 2018 en el que Garbiñe ha sido Garbiñe, después de un flojo arranque, culminado con la eliminación en segunda ronda en el Abierto de Australia. Hoy, la española sube un puesto en el ránking y será la número tres del mundo.