España no se reconoce

La selección española de balonmano ganó a Brasil (29-27), pero volvió a sufrir durante una hora ante un rival inferior. Cañellas, de nuevo, llevó la tranquilidad al campeón del mundo.

España es un equipo que va a tirones. El campeón sigue buscándose en el Mundial de Qatar después de dos jornadas y le cuesta muchísimo encontrarse. Su mejor versión se ha resistido en los dos primeras partidos, apenas apareció una esencia de ella, lo que tiene una doble lectura: buena si se piensa que todavía se están adaptando las piezas, que mejor ir de atrás adelante; y mala, si se tiene en cuenta que los dos primeros oponentes han sido de los más flojos que se va a encontrar, que con rivales más fuertes no sirve el nivel mostrado hasta ahora. Sí valió para superar a Brasil, pero por los pelos y tras casi 50 minutos de sufrimiento. Las apariciones de Sierra y Cañellas acabaron con la película de intriga.

Al principio quedó demostrado que «los hispanos» necesitan correr para sentirse felices y para que eso ocurra es necesario defender bien, ayudar a los porteros a parar y, a partir de ahí, salir disparados. Si contra Bielorrusia sólo hubo dos contragolpes en toda la hora de juego, y el primero no llegó hasta cerca de finalizar la primera media hora, contra Brasil en menos de diez minutos ya llevaban tres. Con esta receta, el equipo de Manolo Cadenas se marchó hasta el 8-3 con un parcial de 5-0, distancia que llegó a aumentar en el intercambio de golpes hasta el 11-6. Por fin se vio lo que tiene que ser España, pero su rival empezó a defender con agresividad y llegó el colapso.

El maestro Jordi Ribera, técnico español de Brasil, mandó a sus chicos adelantar líneas. Defensa presionante, pegajosa, que fue minando la moral de los «rojos», que hoy vestían de amarillo. Una y otra vez caían en la trampa y todos los lanzamientos eran forzados tras intentos de penetración. El movimiento de balón se cortó y la «seleçao» de repente creció. Se contagió el malestar del ataque español a la parte de atrás y aparecieron los huecos para que la distancia se esfumara hasta quedarse en la mínima en el descanso (15-14). Un caos. A ello colaboró también la aportación del portero Almeida, que celebraba con el puño cerrado cada despeje. Los jugadores españoles se pasaron el último cuarto de hora hablando en la pista, incómodos, tratando de corregirse unos a otros: Viran Morros con Maqueda, éste con Gedeón Guardiola, con Cañellas...

Pero la charla no funcionó al instante, como tampoco lo hizo la discusión de jugadores y técnicos nacionales con los árbitros cuando Brasil jugó un momento con uno más al hacer mal los cambios. Sufrieron una exclusión, pero se quedaron el balón. En ese momento, la amenaza de rebelión de los suramericanos era todavía mayor, hasta que incluso llegaron a ponerse por delante (19-18, min 37 o 21-20 poco después). Tocaba ponerse a sudar otra vez de forma inesperada. Un partido para que hubiera muchas rotaciones lo tuvieron que jugar los referentes en los momentos más delicados. No hubo relevo en la portería, siguió Sierra y se entonó, y Cañellas volvió a coger la responsabilidad sin miedo en ataque. España es un grupo, pero el catalán no se esconde cuando hace falta un líder. Está a la altura de la calidad que posee. Con sus penetraciones y sus tiros, y con los dos contra dos con Aginalgalde, que podía finalizar uno y otro, volvió la tranquilidad (29-25) para que los últimos diez minutos fueran lo que tenía que haber sido un rato más largo del partido. El objetivo está cumplido: dos de dos; pero quedan las dudas. Mañana España descansa. Tiempo de reflexión. El lunes espera Chile y después no hay más tiempo de respiro. Sube el nivel con Qatar, Eslovenia y los cruces. Y ahí el campeón tiene que haberse encontrado ya.

- Ficha técnica

27 - Brasil: Almeida; Chiuffa (3, 1p), Toledo (5), Borges (5), Thiagus Petrus (2), Henrique Teixeira (1) y Silva (3) -equipo inicial- Nascimento (ps), Pacheco (1), Valadao (3), Candido (2), Hubner (-), Patrianova (-), Pozzer (-), Cardoso (-) y Vinicius Teixeira (2)

29 - España: Sierra; Víctor Tomás (1), Maqueda (3), Chema Rodríguez (-), Cañellas (9, 5p), Rivera (7) y Aginagalde (4) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Rocas (-), Raúl Entrerríos (1), Ugalde (-), Andreu (-), Morros (1), Antonio García (1), Gedeón Guardiola (2) y Dujshebaev (-)

Marcador cada cinco minutos: 2-2, 3-7, 5-11, 10-13, 12-14 y 14-15 (Descanso) 16-18, 21-21, 23-24, 24-27, 25-29 y 27-29 (Final)

Árbitros: Nachevski y Nikolov (MKD). Excluyeron por dos minutos a Borges, Thiagus Petrus, Vinicius Teixeira y Candido por Brasil; y a Gedeón Guardiola (2) por España.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda jornada del Grupo A de la primera fase del Mundial de Catar 2015 disputado en el Duhail Sports Hall de Doha ante unos 500 espectadores.