Fútbol

Francia

Defensa y saques de banda

Islandia, el equipo que menos pases da y el segundo que menos tira, fía parte de su ataque a los saques de banda de su capitán

Los internacionales islandeses se entrenaron ayer en el estadio de Saint Dennis
Los internacionales islandeses se entrenaron ayer en el estadio de Saint Dennislarazon

Islandia, el equipo que menos pases da y el segundo que menos tira, fía parte de su ataque a los saques de banda de su capitán

El último partido de Islandia, según el «share» televisivo, lo vio el 99,8 por ciento de la población del pequeño país y ninguno de los espectadores y ninguno de los apasionados hinchas que estaban en el campo esperaron en ningún momento una jugada de más de cinco toques, nada de «tiqui-taca» o fútbol de posición ofensiva. Eso no es para ellos. Islandia es la selección que menos pases da de la Eurocopa. No el equipo de cuartos que menos pases da. No, de las 24, incluidas las que se marcharon tras la fase de grupos, Islandia es la que menos combina. «¿Los mejores equipos de la competición? Buena pregunta», decía ayer Lars Lagerback, uno de los seleccionadores de Islandia: «El debate entre el buen fútbol y mal fútbol no está dentro de mí. ¿Qué es buen fútbol?», seguía preguntándose. Sólo Irlanda del Norte ha rematado menos por partido que Islandia, pero no ha llegado tan lejos. Los entrenadores islandeses no saben qué es buen futbol, tampoco sus futbolistas, y menos sus aficionados. Sólo saben que se lo están pasando como nunca en Francia.

Como principalmente se dedican a defender, no tienen muchas oportunidades para marcar, por eso intentan acercarse a la portería contraria de cualquier modo. Por ejemplo con los saques de banda. «Hay que estar un poco ciego para no darse cuenta de que Gunnarsson es un arma para ellos. No sólo en los saques de banda en campo contrario, sino también desde su propio banderín de córner, desde donde intenta que el balón llegue hasta la línea del medio del campo. Somos conscientes de esas cosas y nos preparamos para ello», decia Hogdson, el entrenador inglés, antes de su enfrentamiento con los islandeses. No lo debieron estudiar mucho. El tanto del empate de los islandenses nació en un saque de banda. Como había ocurrido ya en el primer tanto ante Austria, en el choque que les dio el pase a octavos de final a los islandeses.

Es Aron Gunnarsson, el emblema islandés, el capitán barbudo y con los brazos llenos de tatuajes, quien convierte cada saque de banda en una oportunidad para los suyos. Es aquella teoría de Benito Floro cuando entrenó al Albacete y al Madrid llevada a su máxima perfección. Gunnarsson lo aprendió jugando al balonmano hasta los 15 años, deporte en el que es profesional su hermano. «Se pueden tener los brazos dos veces más grandes que los míos y no cambiaría nada. Todo depende de la manera en que lanzas, no de la fuerza con la que lo haces», ha contado el futbolista que, probablemente, representa la imagen que más huella va a dejar en esta Eurocopa.

Él es el que se dirige a la afición al final de los encuentros para darles las gracias y celebrar la victoria juntos. «Nos sentimos mejor partido a partido y cada vez vamos teniendo más experiencia. Nuestros aficionados han venido a apoyarnos y se gastan su dinero para ello. Eso nos hace felices y estamos muy agradecidos». Son sus brazos los que guían las celebraciones. Es su carácter el que guía a su equipo. Quien sabe si, además, un saque de banda suyo puede guiar al equipo islandés hasta la semifinal, un hecho histórico, casi una utopía. «Conocemos nuestras características, nuestras debilidades y nuestras virtudes, y también sabemos cómo marcar goles», explicaba ayer el otro seleccionador islandés Heimir Hallgrímson. «Nuestro fútbol es simple, todo el mundo lo ha visto. Hacemos los mismo todos los partidos. No es una ciencia. Es simple fútbol. Al final, esto es el resultado de una oportunidad que hemos aprovechado. Hay que alabar el trabajo de los entrenadores de las categorías inferiores de Islandia. De verdad, es digno de elogio».

Las jugadas a balón parado son fundamentales en el fútbol que practica Islandia y con un futbolista como Gunnarsson, los saques desde la banda, por muy lejanos que sean, son como córners o como faltas en las esquinas del área. Islandia le necesita y por eso los dolores de espalda que ha tenido estos días no le van a impedir disputar el choque de hoy contra Francia. «Cada vez es más divertido jugar contra los mejores del mundo. Será otra batalla en el terreno de juego. Estoy listo para pelear contra el rival que sea y creo que lo he hecho bien hasta ahora», explicaba ayer y despejaba cualquier duda sobre su presencia. «No puedo esperar, quiero jugar ya. Además, estoy en buen estado físico. Entrené ayer, ya he superado mis molestias en la espalda y estoy bien».