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Europa prueba al Madrid

Ancelotti observa el entrenamiento de ayer del Madrid en el campo del Schalke 04
Ancelotti observa el entrenamiento de ayer del Madrid en el campo del Schalke 04larazon

Carlo Ancelotti asegura que está muy a gusto en la capital de España. Cuando termina su jornada laboral en Valdebebas, a eso de las 18:30 de la tarde, le gusta pasear o si tiene tiempo va al cine. En la calle le paran, le dan ánimos (que dice que le sorprenden porque en los periódicos sólo lee críticas) y le piden, principalmente, ganar la «Champions». Como en el resto de las cosas que le suceden, el técnico se toma esa obsesión de los aficionados con responsabilidad, pero sin dejar que le agobie. «Estoy aquí para hacer lo máximo y la ''Champions'' es la competición más importante del mundo, tenemos la ilusión de hacer lo máximo», aseguró ayer desde Alemania.

El Real Madrid ha remontado en Liga y se ha clasificado para la final de la Copa del Rey durante el mes y medio de 2014. Ahora se mide con su ballena blanca, lo que persigue con insistencia. Es un equipo «sólido, compacto», como explicó ayer Xabi Alonso: «Sabemos cómo queremos jugar y las sensaciones son positivas». Durante estos días en los que se ha consolidado el proyecto, el grupo que dirige Ancelotti ha tenido partidos fáciles y comprometidos, días buenos y días menos intensos, pero no se ha medido a la responsabilidad que significa en este club la Liga de Campeones. «Esto no cambia nada –continuó ayer el entrenador italiano–. Es la competición más importante, pero también la más difícil. No sólo es necesario tener calidad y una buena condición, también necesitamos un poquito de suerte y hacer lo máximo en cada encuentro. No queremos que este momento termine, tenemos que seguir y para eso preparamos todos los partidos de la misma manera».

Cambian los jugadores, pero no varía nada en el dibujo del Real Madrid. Descansa Jesé y a cambio sigue sumando minutos Bale, y el entrenador aún tiene que decidir quién juega en los laterales, pero los futbolistas ya se saben la rutina del juego. Además de «equilibrio», Ancelotti ha repetido mucho otro concepto desde que llegó al banquillo: «Jugar de manera natural», es decir, que los automatismos salgan con rapidez, que los jugadores no necesiten pensar en lo que hacen y que sus movimientos, en fin, sean casi instintivos. «Últimamente estamos jugando más con 4-3-3 y yo me sitúo en un puesto más posicional por delante de la defensa, tengo que aguantar el sitio, mantener el equilibrio y ser el apoyo de los dos interiores», explicó ayer Xabi Alonso, con la lección más que aprendida, cuando le preguntaron por su modo de jugar.

El Schalke tiene pinta de ser la siguiente víctima para el ritmo del Real Madrid, que suma 26 encuentros sin perder y que no duda. Si se le presenta un partido intenso, puede ser más intenso que cualquiera. Si necesita el control del balón, lo asume con gusto porque tiene centrocampistas para ello. Si deriva en un intercambio de golpes, sabe que con Bale y Ronaldo de su lado tiene más que ganar que cualquier equipo del mundo.

El conjunto alemán, que cuenta con su estadio como mejor baza, se siente claramente inferior: «Ante el Atlético de Madrid vi un 3-0 y un equipo que salió compacto hacia atrás y hacia arriba –explicaba ayer Jens Keller, entrenador del Schalke 04–. Un equipo que se impone en la delantera con la clase individual de sus jugadores. Tiene eventuales flaquezas y hemos de preparar al equipo para ello. La clave será el comportamiento colectivo. Hay que poner ánimo y coraje. Lo importante será no dejarles espacio: con su pegada, nos castigarían».