Fórmula 1
Rosberg va en serio
El alemán, que ya ganó en Australia, repitió victoria en Bahréin, por delante de Raikkonen y Hamilton. Carlos Sainz se retiró
El alemán ganó por delante de Raikkonen y Hamilton. Vettel abandonó en la vuelta de reconocimiento y Sainz se retiró con problemas en su Toro Rosso después que Pérez chocara con su monoplaza.
La F-1 debate a estas alturas de temporada, casi sin quererlo, su futuro. El nuevo formato de la clasificación ha supuesto un torrente de críticas externas e internas que no se han quedado ahí. La FIA sigue en sus trece y los equipos quieren cambios para mejorar el espectáculo. La gente se aburre los sábados, pero, los domingos, un pequeño cambio normativo con los neumáticos ha provocado grandes carreras. Y no sólo por arriba, sino en prácticamente todas las posiciones.
Regalo de Hamilton
Rosberg logró su segundo triunfo consecutivo gracias a su esfuerzo y a un pequeño regalo de Hamilton, que falló estrepitosamente en la salida y segundos más tarde Bottas chocó contra él. El Mercedes quedó dañado en uno de los laterales, pero el británico no se rindió. A duras penas recuperó el ritmo, pero no pudo escalar más allá del tercer puesto. Para entonces, Kimi Raikkonen estaba ya muy lejos. Fue el nórdico el que ocupó este puesto y no Sebastian Vettel, que dijo adiós a la carrera... antes de empezar. La unidad de potencia del Ferrari se reventó en la vuelta de calentamiento y el alemán ni siquiera pudo alcanzar la parrilla de salida.
El Ferrari «B»
Con tantos golpes de efecto, Rosberg, Raikkonen y Hamilton hicieron su carrera sin apenas inquietarse. La batalla estuvo por detrás. Ricciardo aguantó el tirón de Grosjean, que acabó quinto con el Haas, una escudería americana nueva que lleva medio coche «cedido» por Ferrari. Es la revelación del año y, además, sirve a la escudería italiana para probar algunas evoluciones. En Bahréin, Carlos Sainz no tuvo suerte. Sergio Pérez chocó con él en los primeros compases y esto provocó un pinchazo en el neumático trasero del Toro Rosso. El madrileño pudo alcanzar los boxes, pero en el camino el coche sufrió más daños que descompensaron el monoplaza. Continuó en carrera, pero muy retrasado y posteriormente decidieron parar con el objeto de «guardar» motor para carreras posteriores.
Carrerón de McLaren
Fernando Alonso vio los toros desde la barrera, una expresión empleada por él mismo para referirse a su situación. Desde el muro de boxes fue testigo de la impresionante actuación de su sustituto, Stoffel Vandoorne, que, el día de su debut y sin haber probado el coche antes, acabó décimo. Es decir, en la zona de puntos. El belga es una apuesta personal de Ron Dennis, que lo quería ya esta temporada en sustitución de Button para que significara un estímulo en el seno del equipo.
Hamilton y la polémica
Pero antes de empezar la carrera la polémica la provocó Lewis Hamilton, que se presentó en el circuito con la típica vestimenta bahreiní, aunque, eso sí, personalizada con sus gafas y un colgante de Jesucristo coronado de espinas. Casi nada. En las redes sociales hubo «incendio» de inmediato, pero un tuit del propio piloto en el que mostró su respeto a todas las culturas y religiones apaciguó cualquier crítica y la cosa no pasó de ahí. Al menos hasta que se le ocurra otra.
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