Fórmula 1
Una nueva era... a rebufo de Mercedes
Aparecen jóvenes pilotos en la Fórmula-1, donde el equipo alemán es claro favorito a revalidar título
La temporada 2015 de la Fórmula-1 promete ser una de las más intensas de los últimos años. Una edición en la que claramente empieza una nueva era. Y no porque haya varios equipos capaces de luchar por el título sino porque se atisba un relevo generacional de pilotos muy importante y la ascensión o el comienzo de la recuperación de escuderías míticas de este deporte. El paso de Vettel a Ferrari y el de Alonso a McLaren-Honda significaron todo un terremoto en el mercado que permitió la entrada de otros pilotos muy jóvenes, extremadamente jóvenes, pero que lo tienen todo para protagonizar los próximos años.
En 2015 la Fórmula-1 tendrá que vivir de nuevo el dominio abrumador y aplastante de los coches plateados de Mercedes. Es lo que dejaron claro durante la pretemporada y lo que todos reconocen en el paddock. Hamilton y Rosberg prometen ofrecer una campaña repleta de dureza y lucha en la que seguramente veremos episodios mucho más tensos que los vividos el pasado año. El inglés, actual campeón, aún no ha renovado y, sin duda, esta variante puede jugar a su favor en determinadas ocasiones, o todo lo contrario. Porque su compañero y único rival puso de manifiesto en 2014 que puede ser campeón del mundo. De nuevo, los responsables de Mercedes tendrán que gestionar las carreras de sus pupilos, sus egos y los más que probables enfrentamientos puros y duros, cuerpo a cuerpo, en la pista. La unidad de potencia del fabricante alemán está a años luz del resto (entiéndase años luz, un segundo, una eternidad en la F-1) y a nivel de chasis y aerodinámica, la labor de los diseñadores ha sido impecable. La mayoría de ellos proceden o salieron por la puerta de atrás de otras escuderías. Tal es el caso de Paddy Lowe (McLaren) y el más increíble, Aldo Costa (Ferrari), al que la «Scuderia» ha ofrecido todo el oro del mundo para que volviera.
Red Bull inicia una nueva etapa sin su piloto estrella, Sebastian Vettel, aunque lo hace con uno que le puso las cosas muy difíciles al cuatro veces campeón. Daniel Ricciardo parte ya como un piloto «top» y lo hace con Daniil Kyvat como compañero. El ruso se encontró de la noche a la mañana en el asiento del alemán y eso provocó otros movimientos en el filial de Red Bull en la Fórmula-1, Toro Rosso. Los dos equipos montan motores Renault, que ahora sólo suministra unidades de potencia a estos dos únicos clientes.
Vettel marchó a Ferrari para sorpresa de muchos y no tanto de otros (al parecer los contactos empezaron en 2013 cuando Alonso comenzaba a dudar) y todo indica que no será un año tan desastroso como lo fue 2014. El teutón quiere repetir lo que hizo su ídolo, Michael Schumacher, en Maranello y, según cuentan, el trabajo se ha convertido en toda una obsesión. La leyenda de Ferrari es muy grande en la F-1 y pocos, muy pocos pilotos han abandonado la casa italiana como lo hizo el asturiano. Sólo Prost se comportó de la misma manera, aunque a él le despidieron de forma fulminante después de decir que el monoplaza era un auténtico tractor. Decir no a Ferrari es una cuestión que trasciende mucho más de lo pensado.
Al margen de los pilotos de Mercedes, quienes tienen todas las papeletas para ejercer la máxima oposición son los de Williams: Massa y Bottas. El equipo británico ha llevado a cabo una pretemporada muy equilibrada y todo indica que pueden haber acortando la distancia con sus principales rivales que, a la vez, también son sus suministradores de motores.
La principal incógnita a día de hoy es el papel de McLaren-Honda. El desastre y la impaciencia han llevado a la estructura inglesa a una especie de minicrisis, ya que un invierno tan nefasto como éste sólo es comparable al protagonizado el pasado año por Red Bull. Los problemas de fiabilidad son evidentes y la adaptación del constructor japonés y la escudería de Woking tardarán más de lo deseado. Además, el tema del accidente de Alonso no ha hecho más que aumentar la tensión de las relaciones entre ambos.
Españoles debutantes
Este fin de semana en Australia debutará este domingo el español Carlos Sainz. Lo hará con Toro Rosso y cumplirá el objetivo del programa de jóvenes pilotos de Red Bull. Ganar y ganar hasta llegar a la categoría reina. Al otro lado del box tendrá a su compañero Max Verstappen, de tan sólo 17 años y con poca experiencia en monoplazas. La batalla interna entre ellos también promete grandes capítulos. La otra gran sorpresa la protagonizó Roberto Merhi, que este fin de semana correrá con Manor F-1. De momento, sólo se trata de varios Grandes Premios. Luego se verá.
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