Fútbol
Encuentran a una futbolista muerta en su habitación
Katie Meyer, portera de la Universidad de Stanford, falleció en el campus y ahora investigan si se trata de un suicidio
El fútbol universitario de Estados Unidos está conmocionado después del fallecimiento de Katie Meyer, portera y capitana de la Universidad de Stanford. Meyer apareció muerta en su habitación del campus y las causas están sin esclarecer, aunque la oficina del sheriff del condado de Santa Clara al que pertenece la Universidad investiga si se ha podido tratar de un suicidio.
Meyer era una figura en Stanford. Fue nombrada capitana en 2020 y todo el mundo recordaba su decisiva actuación en la tanda de penaltis de la final de la Liga Universitaria contra North Carolina que permitió a su equipo proclamarse campeón de la NCAA en 2019.
“Katie estaba extraordinariamente comprometida con todo y con todos en su mundo. Sus amigos la describen como una jugadora de equipo más grande que la vida en todas sus actividades”, dice la nota de condolencia publicada por la Universidad de Stanford. Calificaba su muerte como “una pérdida inimaginable” y aseguraba que se trataba de una jugadora “ferozmente competitiva”. Como muestra sirve su celebración en uno de los penaltis parados en la tanda contra North Carolina en la que se fue a gritar a la cámara mientras señalaba el escudo de la Universidad en su camiseta. Katie colaboraba como asistente en el centro universitario en el que estudiaba Historia y Relaciones Internacionales.
“Los pensamientos y corazones de toda la Federación de Fútbol de Estados Unidos están con la familia, amigos, compañeros de equipo y seres queridos de Katie Meyer”, dice la despedida de US Soccer, la Federación estadounidense en las redes.
No sólo el fútbol ha lamentado su fallecimiento. El equipo de baloncesto de Stanford también ha publicado un conmovedor mensaje de despedida en sus redes. “Tendrá un impacto duradero no sólo en todo nuestro equipo, sino también en esta universidad y en los deportes femeninos para siempre”, comienza. “Katie fue una de nuestras mayores seguidoras a la que le encantaba venir a nuestros partidos y hacernos sentir su presencia. Pensar en una vida sin Katie es una vida sin una persona auténtica, audaz y brillante sin excusas de la que sólo emanaba confianza. Katie era una leyenda dentro y fuera del campo, era una líder y su energía contagiosa y su sonrisa se transmitían a todo lo que hacía. Fue una de nuestras seguidoras más fieles que abogó por todo lo relacionado con los deportes femeninos. Estamos muy agradecidos de haber conocido y amado a Katie, de haber observado su energía y competitividad en el campo y de haber recibido su apoyo. Te amamos y te extrañamos. Stanford no es y nunca será lo mismo sin ti”, dicen sus compañeras del equipo de baloncesto.
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