El Milan recupera la sonrisa

El 7 de mayo de 2011, el punto conseguido gracias a un 0-0 contra la Roma permitió al Milan ganar su 18º y, por ahora, último título de la Serie A. Once años después, el equipo lombardo está a un paso de aumentar su palmarés y sumar su 19ª Liga. A falta de dos jornadas para el final del campeonato aventaja en dos puntos al Inter, que, como entonces, es segundo. El Nápoles es tercero, igual que en 2011. Aquel día en Roma fue titular Zlatan Ibrahimovic, elegido mejor jugador de la Serie A esa temporada y que puede cerrar el círculo con el título de esta campaña. El sueco regresó al Milan en enero de 2020, después de casi ocho temporadas fuera, y a sus 40 años podría levantar su segunda Liga con los rossoneri.

En estos 11 años que pueden pasar entre una Liga y otra, el Milan ha superado una dura travesía que ha transformado por completo a un club que en este tiempo ha tenido tres propietarios y ha visto a 10 entrenadores sentados en su banquillo. Con Stefano Pioli parece haber encontrado la estabilidad y en su tercera temporada está cerca de lograr que el Milan, que acabó segundo el curso pasado, vuelva a ser el mejor equipo de Italia. A nivel institucional y financiero, el club también vive un periodo de más tranquilidad después de años convulsos. En 2016, Silvio Berlusconi vendió el club al grupo inversor chino Haixia Capital, que salió del Milan en 2017 después de no poder hacer frente al préstamo que le había hecho el fondo Elliot Management Corporation para poder adquirir el club. Desde entonces, Elliot controla el club y aunque el Milan todavía está lejos de poder competir económicamente con los grandes de Europa, a nivel deportivo comienza a renacer de sus cenizas.

La profunda crisis en la que cayó el club en la segunda década del siglo XXI provocó que se quedara fuera de las competiciones europeas en las temporadas 2014-15, 15-16 y 16-17 por motivos deportivos y en la 2019-20 por problemas financieros. Una situación difícil de asumir para un club que en 2007 había ganado su séptima Copa de Europa. Desaparecido en Europa y convertido en un secundario en Italia, esta temporada puede recuperar un trono del que fue desplazado por errores propios y aciertos de sus rivales, que supieron manejarse con algo más de coherencia durante esos años.

Esta temporada, Pioli ha tejido un bloque más fiable, que se comporta con personalidad en situaciones adversas y con capacidad para aprovechar los despistes ajenos. El Milan trata de crecer a partir de la posesión del balón, pero no le asusta jugar en largo si le agobia la presión rival. No pierde en la Serie A desde el 17 de enero y el francés Mike Maignan, que llegó para ocupar el enorme hueco dejado por Gianluigi Donnarumma, es el guardameta que más veces ha dejado la portería a cero en todo el torneo, 15.

No es un equipo de grandes figuras y el nombre que más brilla para el gran público es Ibrahimovic, que no pasa de ser el 17º futbolista de la plantilla en minutos jugados. El portugués Rafael Leão, uno de los jugadores que más regates hace en toda Europa, es su hombre más brillante y su máximo goleador, con 10 tantos en Liga, uno más que el veterano Olivier Giroud y dos más que Ibra. Cifras nada brillantes y es que el Milan es un conjunto al que le cuesta convertir sus ocasiones en gol. Es el segundo equipo que más veces remata en la Serie A, pero solo el noveno en efectividad. Kessie, ya fichado por el Barcelona, sostiene el centro del campo, donde cada vez tiene más peso Tonali, y Theo Hernández ofrece un nivel sobresaliente. El exmadridista Brahim Díaz ha ido perdiendo protagonismo y el otro español de la plantilla, Samu Castillejo, apenas cuenta para Pioli.

Ibrahimovic, el coleccionista de Ligas

Zlatan Ibrahimovic lleva 23 temporadas como profesional y si gana la Serie A con el Milan sumará su 13ª Liga, aunque oficialmente serían 11, ya que debido al Moggigate la Juve perdió las de 2005 y 2006. Las ha ganado en cuatro países diferentes con Ajax, Juventus, Inter, Milan, Barcelona y PSG. Sus problemas de rodilla apenas le dejan entrenarse junto a sus compañeros y cada vez cuenta con menos minutos de juego, pero el sueco, que nunca ha ganado la Champions y puede presumir de haber marcado goles en cuatro décadas diferentes, se resiste a poner fin a su carrera.