Supercopa
La pesadilla de la pelota parada para el Atlético
El Atlético volvió a encajar dos goles en jugada de estrategia y el Cholo se desespera
«Necesitamos mejorar la agresividad en las áreas», reconocía Simeone después del partido. Que es como reconocer que el Atlético necesita volver a ser el Atlético. El lamento se repite una y otra vez después de los partidos, pero los errores vuelven a suceder en el siguiente.
«Hay cosas que no se pueden esconder. El equipo no tiene fortaleza defensiva en el juego aéreo y eso nos quita oportunidades para estar más arriba en la tabla en la Liga y en este caso nos hace quedar fuera de esta competición», añade el preparador rojiblanco. Su equipo volvió a sufrir los efectos de la pelota parada y así llegaron los dos goles que mandaron al Atlético para casa. «Nos pudimos defender de la mejor manera hasta que llegaron los córners. Cuando llegaron los córners no lo hicimos bien y el rival mereció pasar», admite el Cholo.
El Atlético no está siendo capaz de defender esta temporada la imagen del campeón de Liga de la pasada. De sus últimos once encuentros en todas las competiciones ha perdido cinco y ha empatado uno. Y una de las victorias llegó en la goleada contra el Rayo Majadahonda en la Copa, un rival inferior contra el que ni siquiera tuvo en contra el campo, ya que jugaron en el Metropolitano, aunque los rojiblancos ejercieran como visitantes. En esos once partidos, además, ha encajado quince goles, lo que habla de la debilidad defensiva de un equipo que hizo de la fortaleza en su área su bandera. Son 34 los goles que ha recibido en los 28 partidos que ha disputado en todas las competiciones esta temporada.
«Necesitamos mejorar algo que es muy evidente, no lo podemos esconder, que nos está haciendo perder puntos, perder posiciones en la Liga y perder una oportunidad en esta competición», reconoce Simeone. «Me da muchísima rabia perder un partido a balón parado», añade.
«Al final ya las palabras dan igual, son hechos los que tenemos que demostrar en el campo», dice Koke, el capitán, cansado de que el equipo caiga una y otra vez en los mismos errores.
«Es difícil de explicar. Dos goles a balón parado, ya hemos encajado muchísimos esta temporada», afirma Oblak, el hombre que tiene que sacar demasiados balones de su portería. «Decepcionado», aseguraba el guardameta esloveno que se sentía.
El partido, además, dejó más dolores en el Atlético, que terminó con diez por la expulsión de Giménez, que dio una patada en la cabeza a Iñigo Martínez, aunque fuera de manera involuntaria. Y, además, perdió por el camino a Marcos Llorente, con molestias en el glúteo, y a Kondogbia, con molestias musculares. Todo suena mal para el Atlético.
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