F. C. Barcelona
«Baby Kahn» vuelve a casa
Ter Stegen se enfrenta al Borussia de Mönchengladbach, donde militó desde los cuatro años hasta ser fichado por el Barça
Ter Stegen se enfrenta al Borussia de Mönchengladbach, donde militó desde los cuatro años hasta ser fichado por el Barça
Ningún jugador ha sido tan seguido en el Barcelona como Ter Stegen. Pep Boada, jefe de ojeadores del club azulgrana, fue el primero en hablar de él, tras seguirlo en el Europeo sub’17 de 2009, en el que Alemania conquistó el título. Después vendrían muchas más visitas a Mönchengladbach, el equipo de cuna del portero, que hoy vuelve a casa por primera vez. En ese 2009 todavía no formaba parte del primer equipo del Borussia; fue dos años después cuando se hizo con un sitio. Y fue Zubizarreta, por entonces director deportivo, quien más fue a observar su progresión hasta convencerse y convencerlo de que era el portero ideal del Barcelona. Valdés era un seguro en el Barça, pero Ter Stegen podía representar el futuro. «Estoy aquí por Zubizarreta. Él me contó lo bueno, y también lo malo, del Barça», reconoció el guardameta en una entrevista en «El Periódico». Se marchó de Mönchengladbach entre lágrimas y ahora regresa con una sonrisa, ya como portero total de los azulgrana, después de haber entrado en el novedoso sistema de rotaciones en la portería que estableció Luis Enrique. No jugó la Liga sus dos primeros cursos, lo hizo Bravo. Ahora, sí, también la Champions, que ya conquistó en 2015. «Era una situación difícil», volvió a reconocer ayer.
Lloró Ter Stegen porque no se iba de un club cualquiera. En los pasillos de acceso al vestuario del estadio Borussia Park hay un marco con una camiseta suya dentro. Con cuatro años empezó a jugar allí, donde le apuntó su abuelo, un policía, Erich Bremer, y como todos al principio, quería ser delantero. También como suele suceder, el portero se lesionó un día y cuando preguntaron por voluntarios para ocupar su lugar, sólo él levantó la mano. Una decisión que cambiaría su vida. Lo que no alteró su nueva posición era el deseo que tenía de jugar bien con los pies. Él explica con naturalidad que siempre lo hizo y que siempre ha jugado como se ve, con esa frialdad y sin apenas rifar balones, como si fuera un defensa más cuando el Barça tiene el balón. Además, desde siempre ha practicado con las dos piernas, con las que tiene prácticamente la misma precisión, aunque sea diestro. «Para mí es normal jugar así», asegura. «Me gusta correr algunos riesgos», continúa. Eso le ha costado goles llamativos en contra. En la última temporada antes de fichar por el Barcelona cometió algunos y los vídeos empezaron a circular de inmediato por YouTube, pero Zubizarreta estaba convencido de que la decisión había sido la correcta.
Ter Stegen no es de los que se pone nervioso y el peso de que desde muy pequeño le llamaran «Baby Kahn» tampoco pudo con él. Kahn, mítico portero alemán del Bayern, es su referencia, pero más por su carácter ganador que por el estilo de juego.
Bien adaptado a Barcelona y su entorno, vive con su novia Daniela en Castelldefels, desde el primer momento quiso aprender castellano y se desenvuelve bien hablándolo en las zonas mixtas y también en el campo, donde coloca a los jugadores y ordena en español. Los defensas confían en él y le buscan como constante apoyo. En el primer partido de la Champions, contra el Celtic, dio 19 pases, pocos para lo que suele ser su estadística, pero es que el conjunto galés se dedicó más a defender que a atacar. Sólo falló uno, en largo. Eso sí, en ese encuentro paró un penalti que él mismo había provocado. Siempre le gusta analizar sus actuaciones y es maniático con sus guantes. Si se los pone alguien ya no los utiliza él. Aunque este verano, durante la Eurocopa, estalló por una información que llevó esa manía al extremo. Se publicó en la prensa alemana que si alguien tocaba sus guantes «los tiraba a la basura». «¿Quién ha dicho esta mierda? Increíble...», fue su respuesta en las redes sociales.
El «pequeño Kahn» vuelve a casa ya consolidado y agradecido por su pasado. «La educación que pude tener aquí fue la mejor», explicó ayer. Busca un triunfo que dejaría al Barcelona muy cerca de la clasificación para octavos de final. «Pasé un tiempo increíble en el Mönchengladbach. Después de estar 18 años en el club, el Borussia es mi viejo amor y siempre lo será, pero también me identifico al ciento por ciento con el Barça y en el campo sólo existe este equipo para mí. Quiero ganar siempre y lo más posible», asegura el meta en la web del conjunto alemán. Para vencer tendrá que poner en juego todas sus facultades, ese juego con los pies que aprendió allí y sigue perfeccionando. «No sé cómo saldrán, pero suelen hacer una presión alta y tenemos que tener una muy buena circulación de balón», analizó.
Borussia Mönchegladbach: Sommer; Elvedi, Christensen, Jantschke; Johnson, Dahoud, Kramer, Wendt; Hazard, Stindl y Raffael.
Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets, Rakitic, Iniesta; Arda, Luis Suárez y Neymar.
Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia).
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