BBC, objetivo: «Undécima»

El trío de ataque del Madrid está listo para la fase final de la temporada tras una campaña con muchos incidentes. Ni Bale ni Benzema han podido acompañar en muchos partidos a Cristiano y el equipo lo ha notado en exceso

Llegan los días decisivos para el Real Madrid, los que van a certificar si la temporada es un fracaso o si, por el contrario, se convierte en un éxito. El sábado espera el Barcelona y después, el martes, el Wolfsburgo, en los cuartos de final de la «Champions». Plantarse en semifinales por sexto año consecutivo señala claramente que el conjunto blanco compite hasta el final con los mejores. Pero el objetivo es más ambicioso: lo que de verdad salvaría la temporada es llegar a la final de la competición y lo que la transformaría radicalmente es ganarla.

- Un esprint

Cinco partidos le quedan al Madrid, a los que llega con todos listos en el aspecto físico y con optimismo en el mental, tras la victoria contra el Sevilla. «Si jugamos así podemos hacer grandes cosas», dijo Zidane. Y así significa tener la pelota, correr, fiarse de Keylor Navas y jugar con Bale, Benzema y Ronaldo.

Porque los tres delanteros blancos apenas han podido jugar juntos esta temporada y bien que lo ha echado de menos el Real Madrid. De los 38 partidos oficiales que ha jugado esta temporada, sólo han jugado juntos 14 (12 en Liga y sólo 2 de los 8 que ha disputado en «Champions»). Es decir, que el arma más letal del conjunto blanco, la que más encuentros le pueda dar, apenas ha podido tener continuidad. Es de lo que se quejaba Cristiano Ronaldo cuando aseguró que no habían podido jugar los mejores. El portugués ha estado en todos los partidos y casi todos los minutos, pero se ha sentido más solo que otras temporadas. Benzema ha tenido lesiones y muchos problemas fuera del fútbol, mientras que a Bale le cuesta jugar varios partidos seguidos sin lesionarse. Desde que volvió, Zidane le ha estado dosificando para evitar que vuelva a caer. El galés está protagonizando una de sus mejores temporadas desde que llegó al Real Madrid y tiene pinta de que va a ser decisivo en los partidos que quedan por disputar. Bale da peso y variante al ataque. Tiene gol y tiene mucha movilidad.

- Trabajo personal

Con Bale y con Benzema ha estado trabajando mucho Zidane esta última semana, en la que ambos no han acudido con sus selecciones. El francés ha podido hacer un trabajo más personalizado y ha concienciado a ambos de que es en este último tramo de la temporada cuando pueden protagonizar grandes hazañas.

Con los tres futbolistas en el campo, el Madrid es un equipo más resolutivo. De los 110 tantos que suma el conjunto blanco, 80 los han conseguido los tres delanteros. Ronaldo sobresale por encima de ambos, pero Benzema está registrando unas cifras que dejan atrás sus otras temporadas y Bale, pese a sus ausencias, suma 15 goles. Al galés le falta marcar en la «Champions», donde no se ha estrenado esta temporada. Gareth ha vuelto a ocupar la banda derecha, donde parece más seguro que otros años, pero también ha tenido minutos en el otro lado. Ese movimiento de Bale, con Ronaldo más cerca de Benzema, parece que es una de las opciones que maneja Zinedine Zidane.

- Indiscutibles

De lo que ya nadie duda es de que no pueden faltar en el equipo titular porque pierde competitividad. El papel de James e Isco esta temporada ha hecho que ya no se debata acerca de si deben jugar cuatro centrocampistas para equilibrar al equipo. Sin uno de los tres y con cuatro futbolistas ocupando la zona ancha, el equipo no ha dado mejores prestaciones. No es más seguro y sí que es menos ofensivo. El papel de Casemiro parece esencial, aunque luego podría haber cambios. El centrocampista brasileño ha convencido a Zinedine Zidane de que es lo que necesita para que el equipo no se rompa por la parte de arriba. Casemiro le ofrece fiereza y pelear por todos los balones. Tapa el hueco que se creaba detrás de Kroos y Modric y hace que el equipo juegue más seguro.

- Un trámite

Aunque el choque contra el Barcelona del sábado ya apenas sirve, para el conjunto de Zidane es un modo de probarse. El Wolfsburgo es inferior al Barcelona, pero un probable pase a semifinales hará que los blancos se enfrenten a un equipo de nivel igual al suyo y durante esta temporada no ha conseguido superar a los rivales tan fuertes. Una buena impresión el sábado en el Camp Nou sería el empujón que necesita el Real Madrid para lo que queda de «Champions». Cinco partidos en dos meses: todo un año de trabajo.