Almería
Cristiano siempre está
El Bernabéu pidió el Balón de Oro para su estrella en el primer partido sin él en este curso
No estaba sobre el césped, pero a la vez estuvo en todas partes: en la grada en forma de careta y de pancarta reclamando para él el Balón de Oro; en su palco –con corbata y chaleco– y en la cabeza de cada uno de los aficionados madridistas. Es tan grande la dimensión de Cristiano ahora mismo que es imposible explicar un partido del Real Madrid sin hablar de él , incluso el de ayer, el primero de la temporada en el que no aparecía en la alineación. Cuando Bale cruzó demasiado la primera gran ocasión del partido, muchos en el Bernabéu no pudieron evitar pensar en Ronaldo, en si él hubiera perdonado a Iscan. Lo mismo sucedió cuando Ramos vio la roja con más de una hora de por delante, porque la hinchada se agarra a su estrella cuando las cosas están más complicadas. «Sin él todo es bastante diferente, pero a la vez motiva a los otros a dar más de sí», decía Ancelotti de la ausencia de su figura.
Pero la noche de ayer era de fogueo, el Real Madrid se las apañó para ganar al Galatasaray con un jugador menos y Arbeloa como goleador y estrella, así que era un buen momento para que Cristiano descansara. Su musculatura le dio un aviso en Almería y decidió parar de forma inmediata antes de que fuera peor. Su ausencia enfrió un poco el homenaje que le había preparado el madridismo, que quería dar la cara por él en los minutos 7 y 77 poniéndose una careta con su sonrisa. Antes del encuentro, todo el mundo quería una y los que no la tenían preguntaban a los que la llevaban dónde la habían conseguido. El público está loco por el portugués y nadie estaba dispuesto a quedarse fuera del homenaje.
Después, ya dentro del Bernabéu no se las pusieron todos a la vez como estaba previsto, aunque sí apareció una sábana enorme en el fondo norte reclamando el balón dorado para «CR7». Los flashes se dispararon en el lado contrario cuando tomó asiento en el palco desde el que vio el choque. Llegó poco antes del comienzo y hablaba por el teléfono móvil cuando Bale aprovechó su ausencia para demostrar que también sabe lanzar faltas. No necesitó ponerla en la escuadra para abrir el marcador, porque el portero turco ni se enteró del disparo. En el minuto 77, con el choque ya decidido el público recuperó las caretas y reclamó otra vez el Balón de Oro. En enero se sabrá si la FIFA se lo da, aunque para los suyos ya lo es tras su brutal arranque de temporada. Sin jugar ayer, sigue como máximo goleador de esta «Champions» empatado a 8 goles con Ibrahimovic, al que dejó sin Mundial la semana pasada.
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