Atlético de Madrid
3-0. El Atlético golea sin exprimirse
Vitolo se estrenó en laLiga, Griezmann no faltó a su cita con el gol, Correa cerró la cuenta y el Celta se marchó a Vigo pensando que el castigo era excesivo, que el Atlético, sin hacer un partido redondo, haciendo sólo lo justito, le había pegado tres bofetones y a vivir que son dos días. Para Simeone, jornada perfecta y para Unzué, días de reflexión porque las buenas maneras de su equipo no encontraron premio mientras los rojiblancos, subidos a la ola de la pegada, no perdonaron.
Quemado el libro que asegura que la posesión el buen criterio y las llegadas son argumentos suficientes para ganar, habrá que ponerse en la piel de Simeone para convencerse de que el Atlético de esta parte del curso es un martillo pilón, que a base de insistir, de empujar, de defender y de pelear (salvo el fiasco del Camp Nou) saca los partidos y los resultados.
Diez se ponen el mono de trabajo –valga la exageración– y otro, un tal Griezmann, lo combina con un frac o con un esmoquin, y de sus botas salen las cosas más sobresalientes de un Atlético que tiene asegurada la Champions porque aventaja al Sevilla en 19 puntos.
Finalizaba una primera parte en la que el Celta había llegado más a la portería de Oblak, recuperado in extremis para la causa, en la que Sergi Gómez, Hernández e Iago Aspas habían estado más cerca del gol que sus adversarios porque los centros de Vrsaljko se iban a las nubes, porque Diego Costa no estaba fino, aunque los guantes de pelea nunca se los quita, y porque Vitolo, incluido en el once titular, tampoco encontraba los espacios para poner a prueba a Rubén Blanco y a los defensores celtiñas.
Y, de repente, se hizo la luz. Un córner, un salto de Giménez, con manotazo a Hernández que el colegiado se comió, y un balón a los pies de Griezmann para que el francés controle con la izquierda, se pase la pelota a la derecha y con Rubén vencido encarrile el triunfo rojiblanco. Seguro que los imprecisos Koke y Saúl se lo agradecieron. El centro del campo del Atlético pasaba de la lluvia al sol como lo hace el huracán Félix. Muchas faltas para frenar a Lobotka, Emre Mor o Radoja y pocas luces para encontrar el pase definitivo, la combinación precisa y veloz que rompiera con el sistema defensivo de Unzué.
Lo hizo Griezmann y lo remachó Vitolo, con un excelente gol a pase del francés, para poner tierra de por medio un minuto después de que Radoja se hubiera topado con el poste. La ley de la pegada sobrevolaba por el Wanda y tras el tanto del canario llegó el de Correa, que había reemplazado precisamente a Vitolo. Tres goles ante el Celta, que no salía de su asombro. Las buenas maneras de Emre Mor, de Lobotka, el esfuerzo de Radoja y los desmarques de Iago Aspas, que se fue encabritado, no tenían premio, pese a que el Atlético les concedió ocasiones.
Fin de la historia. Entraron Gameiro y Torres y se fueron Diego Costa, con un tobillo hinchado, y Griezmann. El francés se apuntaba a la ovación de un público que ahora ya le venera.
Ficha técnica:
3 - Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Giménez, Godín, Lucas; Koke, Gabi, Saúl, Vitolo (Correa, m. 59); Griezmann (Gameiro, m. 69) y Diego Costa (Fernando Torres, m. 79).
0 - Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Sergi Gómez (Cabral, m. 77), Roncaglia, Jonny; Radoja (Méndez, m. 66), Lobotka, 'Tucu' Hernández, Emre Mor; Iago Aspas (Boyé, m. 72) y Maxi Gómez.
Goles: 1-0, m. 44: Griezmann recoge un balón en el área, regatea a un rival y bate a Rubén Blanco. 2-0, m. 56: Vitolo, a centro de Griezmann. 3-0, m. 64: Correa cruza el balón tras una serie de rechaces.
Árbitro: Alberola Rojas (C. Castellano-manchego). Amonestó al local Saúl (m. 48) y a los visitantes Iago Aspas (m. 49) y Sergio Gómez (m. 50).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima octava jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 55.076 espectadores.
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