Ahora en Portada
Ni milagro ni «sextete»
El Athletic vuelve a ganar un título 31 años después tras empatar con el Barça, que se queda sin Supercopa y sin la opción de hacer pleno
El Athletic vuelve a ganar un título 31 años después tras empatar con el Barça, que se queda sin Supercopa y sin la opción de hacer pleno
Cuando el descaso empezaba a asomar, el Barcelona lo clavó: Rakitic centró al área y Luis Suárez hizo una dejada con el pecho para que Messi lograra el 1-0, un rayo de esperanza en una remontada que empezó pareciendo un milagro, que con cada minuto que pasaba cada vez se parecía más a un milagro y que terminó siendo un imposible. Lo intentó el Barça once contra once sin éxito. Y lo intentó diez contra once, porque Piqué fue expulsado en una jugada absurda. Por un posible fuera de juego no pitado, se marchó enloquecido a por el juez de línea y le protestó airadamente, acercándole la cara. Vio la roja. La acción envalentonó unos instantes al Barça, que le puso ganas y jugó con corazón, alocado, pero otro error en defensa se ocupó del resto. Vale que estaban con uno menos los azulgrana, pero ante un balón aéreo todos se quedaron parados, con Mascherano pidiendo posición antirreglametaria. La pelota llegó a Aduriz y el héroe de la eliminatoria marcó el 1-1, el cuarto tanto que logra en la Supercopa. Se echó las manos a la cara para celebrarlo. Sabía que todo estaba ya resuelto. Se acababa con ello una obsesión: 31 años después, el Athletic volvió a ganar un título. Aunque no es de los más importantes, lo merece por todas las finales que ha jugado en los últimos tiempos y también por la eliminatoria que ha hecho: extraordinario en la ida y muy bien en la vuelta, trabajador, sufridor, solidario, peligroso... Lo de los errores del Barça atrás es para hacérselo mirar.
Empezó animado el duelo en una bonita primera parte, si se analiza descontextualizada. Pero no puede ser así. El partido estaba marcado por el 4-0 que logró el Athletic en la ida. Pese a todo, el conjunto vasco no cometió la imprudencia de centrarse sólo en el aspecto defensivo. Tomó precauciones, pero cuando pudo, atacó para que su rival sintiera que en cualquier momento podía encajar un tanto, que era casi un sinónimo de sentenciar el título. Presionó en dos fases: primero arriba y si el Barça lo superaba, se replegaba. Preparó bien el encuentro Valverde, con bandas dobles para que hubiera ayudas. Era como si hubiera dos laterales por carril: De Marcos y Bóveda por la derecha y Susaeta y Balenziaga por la izquierda, la «zona Messi». El argentino estuvo bien sujeto por el hombre que intentó frenarlo sin éxito en la final de la Copa del Rey, aunque se escapó justo antes del descanso para marcar. Sin poder regatear, el «10» ofreció varios de esos cambios de juego que ya son habituales. No es que no quisiera, es que no le dejaron. No estuvo cómodo nunca, cerrado por el gran despliegue de Beñat cuando se venía al centro.
Apretó el Barcelona desde el comienzo y en los primeros minutos se encontró con una ocasión de Piqué, que estrelló el balón en el larguero. Presionó mejor el conjunto local que en la ida, recuperó la pelota antes y, a ratos, pudo encadenar un ataque tras otro. Pero el Athletic, solidario, no se dejaba atosigar. Con Messi disminuido, los de Luis Enrique contaron con un buen Iniesta y con mucha actividad de Pedro. También con las llegadas de Alves y Mathieu por las bandas. Tocaba el balón mejor que en San Mamés, sobre todo más cerca del área, y por eso la sensación de peligro era mayor. También caía constantemente en fuera de juego. Tenía muy estudiada la zaga blanca la idea de salir en los pases a la espalda. Hace falta sincronización, y la tuvo. Resistía el Athletic y daba sustos como el de Eraso, que precedió al tanto de Messi.
Pese a todo, el 1-0 era una buena noticia para el Athletic, que en la segunda parte, cuando se quedó en superioridad, jugó arriba con decisión. El duelo se convirtió en un intercambio de golpes. Falló Pedro una buena oportunidad, también Rakitic, Beñat seguía pudiendo con Messi y Aduriz sentenció. La piña del conjunto bilbaino fue tremenda. Hubo hasta lágrimas. El Athletic ganó un título a lo grande.
La roja de Piqué acabó con la emoción
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, se sentó en el palco del Camp Nou junto a Bartomeu, presidente del Barça. «Era importante estrenarse en el palco en un día complicado», aseguró Colau en una entrevista que le hizo TV3. Decía que «nada es imposible y hay que batallar hasta el último momento, y creérselo» y en eso estaba el Barcelona en el comienzo de la segunda mitad, tras el tanto de Messi cerca del descanso. El público quería creer, los jugadores sobre el campo pensaban que podía ser, hasta que el enfado descomunal de Piqué acabó con toda esperanza. El central protestó airadamente un fuera de juego y el árbitro le expulsó. El castigo es doble, porque además de dejar a su equipo en inferioridad, no puede jugar en la Liga.
- Ficha técnica:
1 - Barcelona: Bravo; Dani Alves, Piqué, Mascherano, Mathieu, Sergio Busquets, Rakitic (Sandro, min.68), Iniesta, Messi, Luis Suárez y Pedro (Munir, min.68).
1 - Athletic Club: Iraizoz; Bóveda, Etxeita (Elustondo, min. 67), Laporte, Balenziaga, Gurpegui, Beñat (Mikel Rico, min.83), Eraso, De Marcos, Susaeta y Aduriz (Kike Sola, min.80).
Goles: 1-0: Messi, min.43. 1-1: Aduriz, min.74.
Árbitro: Velasco Carballo (Comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Bóveda (min.30), Eraso (min.41), Pedro (min.45), Aduriz (min.59), Beñat (min.59) y Balenziaga (min.60) y expulsó con roja directa a Piqué (min.56) y Kike Sola (min.86).
Incidencias: Partido de vuelta de la Supercopa de España disputado en el Camp Nou ante 88.834 espectadores.
EFE
✕
Accede a tu cuenta para comentar